5.1.11


LA SINCERIDADLA DOCTRINA SECRETA

(Dedicado a todos los Seres de corazón puro)



En la época de los Reinos Guerreros de Oriente, se había creado una clase muy poderosa, y era costumbre que todas las familias pudientes, tener gran cantidad de eruditos, guerreros y espadachines en sus hogares.

Algunos tenían hasta tres mil “huéspedes”, adquiriendo así una gran influencia política, pudiendo así influenciar sobre la fortuna de la guerra y el destino de los reinos.

Una de éstas familias tenía un hijo llamado Tschua.

Era muy admirado y amigo del Rey del Estado.


Cuando la luz de sus ojos descendía sobre una persona, el Gobierno inmediatamente lo honraba. Cuando hablaba mal de la persona, el gobierno la deshonraba.

Hacía que los guerreros en su casa pelearan en duelos de ingenio o de fuerza hasta herirse. Nunca los separaba.

Era la exaltación del poder, la arrogancia y la codicia.

Dos hombres que se encontraban entre los “huéspedes” de ésta familia, se encontraban caminando por el campo y se pararon delante de una cabaña de un granjero de nombre Shan Chiu. Y se sentaron a descansar.


Comenzaron a hablar de los poderes de Tschua. Dijeron que él podía levantar a un hombre o arruinarlo. Hacer de un rico un pobre , y de un pobre un rico. Como lo dispusiera su voluntad y capricho.

El granjero Shan Chiu había conocido el hambre y el frío, y oyó la conversación.

Tomando algunos alimentos, y poniéndolos en una canasta sobre sus hombros se dirigió al hogar de Tschua.

Todos los que seguían a Tschua eran de las más conocidas familias. Llevaban túnicas blancas y conducían carruajes. Caminaban con pasos lentos y mantenían altas sus cabezas.


Cuando vieron que el granjero era viejo y andrajoso, un individuo pequeño de cara cetrina, pensaron que era un tonto, y comenzaron con prontitud a burlarse de él.

Le empujaban y le maltrataban. Pero Shan Kiu no mostraba señales de sentirse ofendido.

Cuando los discípulos se aburrieron de gastarle bromas, subieron con él a la torre más alta y dijeron:

-“Quienquiera que pueda saltar desde la torre…será recompensado con cien piezas de plata”-

Muchos se ofrecieron para probar, pero Shan Kiu, inocentemente, creyendo en ellos saltó primero.

Voló como un pájaro y cayó sobre el terreno sin herirse.


Los discípulos pensaron que solo se trataba de un caso de suerte, y no se sorprendieron por ello.

Señalaron un profundo barranco en el río y dijeron:

-“Hay una perla preciosa en el agua. Podéis sumergiros y traérnosla ?”-.

Shan Kiu creyó en sus palabras, se zambulló en el agua y pronto emergió con una hermosa perla.

Solamente entonces comenzaron a pensar que había algo extraordinario en el granjero.


Entonces el poderoso Tschua, ordenó que fuera incluido entre aquellos que pertenecían a la Familia, y que se les permitía comer manjares y vestir sedas.

De pronto estalló un incendio, y Tschua dijo:

-“ Si podéis pasar por el fuego y rescatar algunos de los finos brocados…todo lo que podáis traer será vuestro-“

Caminó Shan Kiu plácidamente entre el fuego y regresó sin haber sido tocado por las llamas o ennegrecido por las cenizas y las ascuas.

Los discípulos de la Familia creyeron entonces que era un hombre de DIOS y le pidieron disculpas por la forma en que lo habían tratado , diciéndole:

-“No sabíamos que eras un hombre de DIOS, y es por eso que nos hemos burlado de vos. No sabíamos que erais un Santo Divino y hemos abusado de vos . ¿Nos consideráis tontos o nos consideráis ciegos o sordos.”


¡Por favor explícanos tu Doctrina Secreta!”

-“No tengo Doctrina Secreta”- explicó el granjero.

“Ni siquiera mi mente sabe lo que ha hecho. No obstante existe un punto sobre el cual os quiero hablar. Cuando parabais en mi casa oí que hablabais del poder de la Familia de Tschua, diciendo que podía arruinar o salvar a un hombre, hacer de un hombre rico un pobre y de un pobre un rico. Y yo no tuve dudas en mi mente y os creí sinceramente. Es por eso que me atrevía venir desde tan larga distancia. Y pensé que todo lo que decíais era sincero.


Temía solamente que no tuviera suficiente Fe en mí para hacer todo lo que se me ordenaba. No tenía conciencia de donde se hallaba mi cuerpo y lo que era bueno y lo que era malo para mí.

Tenía solamente esta mente sincera, y la materia no podía doblegarla. Ahora que sé que os estabais burlando de mí, mi mente se halla llena de sospechas y tengo que estar constantemente alerta. Cuando pienso de cómo escapé de ser quemado o ahogado en el agua, tiemblo de excitación.

¿Cómo me atreveré ahora a ir cerca del fuego o el agua?”.

Desde ese momento ninguno más de la Familia se atrevieron a abusar de los mendigos o doctores que encontraban en su camino, muy por el contrario se detenían en sus carruajes y se reclinaban ante ellos.


El hombre absolutamente sincero puede doblegar la materia, y puede ir a través de todo el Universo sin encontrar ninguna oposición, sin hablar de atravesar el fuego o las aguas, puesto que estos son peligros comunes.

Shan Kiu , pudo sobreponerse a la materia cuando era burlado; ¿cuanto más nosotros si somos sinceros?


Liehtsé


Recopilación y adaptación de textos antiguos.

Sabiduría China – LIN YUTANG



Christina


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