30.3.10

Invención o descubrimiento?

Del libro “La enfermedad como camino” de Thorwald Deihlefsen y Rüdiger Dahlke

En este mundo, el ser humano no puede hacer más que aprender a ver, aunque, desde luego, es lo más difícil.

La evolución se funda en la modificación de la visión: todas las funciones externas son mera expresión de la nueva visión. Comparemos por ejemplo, el actual estado de desarrollo de la técnica con el de la Edad Media, y la única diferencia es que desde entonces hemos aprendido a ver determinadas leyes y posibilidades.
Son leyes y posibilidades que ya existían hace 10.000 años, sólo que entonces nadie las había visto.

El ser humano gusta de imaginar que él crea algo nuevo y habla con orgullo de sus inventos. Pero no se da cuenta de que más que inventar, lo que hace es encontrar una posibilidad ya existente. Todos los pensamientos y las ideas están ahí en potencia, pero el ser humano necesita tiempo para intregrárselos.

Por mucho que les duela a los que se empeñan en mejorar el mundo desarrollando complicadas teorías y sistemas a fin de conocer y cambiar a nuestros semejantes, nuestras circunstancias y nuestro entorno; lo que se debe mejorar y cambiar es la propia visión. Los más complicados problemas se reducen, en última instancia, a la vieja fórmula de ¡conócete a tí mismo!.
Después de tantos afanes, es irritante que las ampulosas teorías, sistemas y elucubraciones, sean barridos de la mesa y sustituidos por un simple "conócete a ti mismo".
Ahora bien, el concepto puede parecer simple pero su puesta en práctica no lo es.

Pero mejorarse a sí mismo comienza aprendiendo a verse tal como uno es. Reconocerse a sí mismo, no significa conocer a su yo. El yo es al Ser lo que un vaso de agua es al océano. Nuestro yo nos enferma, el Ser está sano. El camino de la salud es el camino que va del yo al Ser, de la cárcel a la libertad, de la polaridad a la unidad.
Sólo una observación constante y atenta vence las resistencias y hace crecer ese amor que es necesario para asumir lo observado. Para ver la sombra hay que iluminarla.

El pricipio peligroso no existe , sólo es peligrosa la fuerza desequilibrada.
Cada principio es neutralizado por su polo opuesto. Aislado, todo principio es peligroso. El calor solo, es malo para la vida, como el frío solo. La mansedumbre aislada no es más noble que la intemperancia aislada. Sólo en el equilibrio de las fuerzas está la paz. La gran diferencia entre "el mundo" y "los sabios" consiste en que el mundo siempre trata de hacer realidad un polo, mientras que los sabios prefieren el justo medio entre los dos polos. El que llega a comprender que el ser humano es un microcosmos, poco a poco pierde el miedo a ver en sí todos los principios.

27.3.10

El pasado ya no está en tus manos


El pasado ya no está en tus manos, tampoco el futuro.
Sólo tenemos este preciso instante para ser y para vivir.

En medio de nuestra apurada carrera inconciente, en general vivimos en la completa culpa por lo que hemos hecho mal, lamento por lo que no hemos conseguido o lo que hemos perdido; o en el inocuo proyectar ansioso, de lo que haremos y lo que tendremos mañana si trabajamos lo suficientemente duro.

Así nos evitamos el presente. Presente es sinónimo de regalo. El presente es el regalo que nos es dado segundo a segundo para que vivamos nuestra vida en conciencia.
Nada podemos hacer que no sea aquí y ahora.

Por eso, para tener una vida más sana y hacer descansar un poco a nuestra loca cabecita que no para un segundo de pensar, podemos hacernos conciente varias veces al día, (cuando nos acordemos), de que tengo en mis manos el presente y puedo hacer con él, algo realmente valioso o desperdiciarlo yendo hacia delante o hacia atrás.

Si vivimos en el aquí y en el ahora, presentes en el momento actual, concientes, le ganaremos la batalla al stress, a la culpa, a la depresión y a la mayoría de los males de la era actual.
Conectados con el aquí y ahora se ve la magia que está oculta a los ojos perdidos en la niebla. Respirando concientes podemos sentirnos a nosotros mismos con mayor facilidad.

El tesoro está golpeando a nuestra puerta. Lo vas a dejar pasar?
Dra. Carina Cirigliano

24.3.10


El secreto indígena de los terremotos chilenos
Subir para Ser: el camino de Chile y de las naciones andinas

Por Ziley Mora Penrose (*)

Chile es una terraza volcánica imposible. Un territorio-nación que vive en los bordes de una placa rocosa y de cara a los abismos de otra: una rareza de habitar, sólo a condición de asumirse como siempre “en tránsito”, desde la precariedad de una vida no definitiva y en construcción constante, como si el país hubiese sido concebido como un largo y angosto camino para solo “pasar” hacia las grutas de lo alto, en una constante y eterna transhumancia. “Chile es una especie de terraza, una terraza infinita, infinitamente larga y angosta, al borde de un océano gigantesco. Esta es una proposición de infinito que es hecha a los chilenos, que ha debido darles una originalidad profunda….”, nos recordaba el escritor francés André Frossard al conocer el país el año 1987.

Pero la tentación es quedarse en estas tan atractivas costas (lo eran más aún -y en grado superlativo- antes del “progreso europeo”, y particularmente por su aromática selva valdiviana que casi cubría todo el territorio). Su “loca geografía” una curiosidad de la naturaleza: es un país instalado en una cornisa de roca con salida y vista al mar, inestable plataforma que pende como un balcón desde la alta cordillera andina que no deja de crecer y crecer. Porque la placa de Nazca del fondo del lecho marino empuja a la placa terrestre de sus costas metiéndose por debajo como una cuña gigantesca y obligándola a subir. Desde hace milenios, la dicha placa de Nazca, a la altura del Ecuador por el norte y hasta los hielos de Aysen por el sur, avanza hacia el continente, a su vez que la placa Sudamericana lo hace hacia el océano. En esa “pelea de titanes” –como tan curiosamente lo ha llamado una periodista científica chilena por estos días- la de Nazca “agacha su nariz para pasar por debajo de la Sudamericana, levantando a ésta última. En el punto de contacto entre ambas se genera un plano de 23 grados”.

El mismo Concepción hoy (luego del cataclismo del 27 febrero del 2010) se ha movido más de tres metros de su antigua posición y levantado otros dos. En esta hora, en que de nuevo toda la modernidad parece caer (techos, construcciones, antenas satelitales, puentes…) no nos damos cuenta de lo esencial. Porque a pesar que nuestros ojos todo lo ven en el suelo, lo que en realidad ocurre es que todo apunta a subir. Y esto es justamente lo que desde el fondo del tiempo, desde el fecundo útero del mito arcaico , saben los viejos kimches (sabios) mapuche (principal etnia del centro-sur de Chile) y que nos vienen repitiendo: en el mito mapuche de Kay-Kay y Treng-Treng. En substancia este mito afirma que en estas tierras habrá una lucha eterna entre la serpiente de lo marítimo-bajo-húmedo (Kay-Kay) contra la serpiente de lo terrestre-alto-solar (Treng-Treng). El mito afirma que cíclicamente la serpiente de las aguas intentarán anegar los montes sagrados para obligar a sus habitantes a evolucionar y subir hacia las cimas secas, empujándolos a que habiten donde les corresponden: muy cerca “de los dominios del sol”.
Pero estos lugares altos, para contrarrestar el apetito de destrucción de la serpiente de las aguas, subirán más aún, estirándose unas puntas de tierra y roca hacia arriba, nunca dejándose atrapar totalmente, salvando así a un puñado de humanos despiertos. De lo contrario, Kay-Kay transformará a la mayoría de la masa indolente y poco vigilada de la costa (al respecto, es my curioso que el cerro costero más alto de Concepción se llame Chepe , del mapudungun threpe, “despierto”, ), en peces y obscuros animales marinos, tal como lo registrara la primera versión del mito que corresponde al cronista jesuita Diego de Rosales, hacia fines del 1500. Vale decir, según este mito, el precio de no subir es la involución, la degradación de la humanidad. Conviene apuntar a aquí que en la zona de Arauco y en la región de la Araucanía hay unos cuantos cerros sagrados que llevan el nombre de Treng-Treng, sitios de profunda significación sagrada para las actuales comunidades mapuches.
También conviene recordar que en el antiguo Egipto, el primer islote de “entropía negativa”, el primer signo de orden vencedor del obscuro caos primordial de las aguas, es una montaña puntiaguda que emerge como protopirámide y residencia de los ocho primeros dioses -la Ogdoada- llamada extraña y coincidentemente Beng-Beng… Allí mismo , y sobre ese único triángulo seco que luego de servir de sede para “el aterrizaje” del panteón divino del Alto Egipto, cobijando como un útero de piedra a los hombres-dioses, llegará a posarse “el pájaro Beng-Beng”, el ave sagrada símbolo de la reinvención y el nacimiento evolutivo constante del iniciado, que luego pasaría a conocerse como el Ave Fénix, por su resiliente poder de renacer desde sus propias cenizas.

Este fenómeno de la lucha cíclica de ambas serpientes, según el texto oral del mito, ya se ha repetido en otras épocas remotas, donde solo uso muy pocos elegidos, subieron a las cumbres. El mito les previno que lo hicieran ligeros de equipaje, en pareja, de a cuatro, dos parejas de jóvenes (fuerza) y dos parejas de ancianos (sabiduría), la simbólica representación de las “cuatro personas divinas de la Füta Newen , “la Gran Energía”, es decir, la Tetralogía sagrada, el Ser Supremo mapuche. El único utensilio tecnológico prescrito para el viaje ascendente es una vasija de madera, con la expresa indicación de llevarla “como olla” sobre sus cabezas, en la posición utilitaria, es decir, no de casco o “de sombrero”, como lo indicaría una lógica de emergencia. Y esto para dos fines: para protegerse del fuego y de la luz excesiva que podría abrasarlos a causa de su inaudita cercanía (”nadie puede ver a Dios en directo sin morir”) y, sobretodo, abierta hacia los dones de Arriba, hacia lo Infinito , dispuesto a recoger las gracias e iluminaciones del infinito abismo de Arriba, el Wenumapu (literalmente: “la Patria de Arriba” de donde viene la chispa de nuestro pëllu, el espíritu personal). Tal sería la razón de mantener dichas vasijas como receptáculo: cambiar el esquema de los frutos de la tierra y de las aguas y ahora acompañarlos de un nuevo “dieta”: los rayos del sol y de los mensajes de las estrellas. Porque vivir será ahora, -luego de la gran Crisis del maremoto- un alimentarse con las comunicaciones del Cielo.

A esta altura, y aparte de revelarnos un par de trascendentes motivos del sentido de la vida humana (la evolución hacia la Luz de lo Alto) y el por qué venimos a existir como humanos en esta terraza o inestable balcón de tierra volcánica llamada “Chile”, el mito mapuche nos revela el sentido de un desastre, la razón secreta de la catástrofe. Cada vez que ocurra un terremoto o maremoto en la tierra chilena es un una clase magistral de la pedagogía divina reeditada, de la Füta Newen cósmica: viene y se produce ( ¿o se “nos envía”?) para reordenar una falsa existencia que ya no tenía casi nada de humana y que corría el gran peligro de traicionar su esencia, tornarse en fuerza ciega e involutiva, en alimento para que lo humano sea digerido por los jugos gástricos de los intestinos marinos de Kay-Kay.
Dicho sea de paso, en el quechua antiguo del Perú (idioma del cual el mapudungun -la “lengua de la tierra” mapuche- exhibe muchos préstamos) Kay significa nada menos que “Dios”. Así, todo terremoto o tsunami (su ancestral aliado) viene para remediar un olvido ontológico, viene como un justiciero divino cuya misión es sacudirnos y lavarnos de la falsa identidad con que identificamos lo medular de la vida, el apego a los “placeres de la terraza playera”. El Dios Kay-Kay, así, reduplicado como una ola que se renueva, viene más bien a arrastrar a su lecho marino lo que le es suyo, lo que ya le está perteneciendo; es decir su mafin , su “pago”, su cuota de hombres que no “califican” o no suben la montaña evolutiva del Treng-Treng, los que se animalizaron (¿en el acuoso y bajo medio de las emociones pervertidas?). Porque solo este sacudón, esa imprevista violencia telúrica para hacer caer los espejismos (¿a quién en Chile alguna vez no se le ha quebrado un espejo?) y una vez despojados de las mentirosas falsas prioridades, puede hacernos marchar hacia los cerros sagrados del Tren-Treng, símbolo del Wenumapu, “la patria de Arriba”. (Entonces ¿cómo no acordarse , a esta altura, de la aseveración de Novalis, el romántico alemán, que una vez dijera con ancestral intuición que “cada desastre de la naturaleza es el recuerdo de una patria superior”?). También –y dicho sea de paso- el origen latino de la palabra “desastre”, tiene que ver con “descaminarse de la ruta del astro”, de la singladura de la propia estrella. Es decir, caemos en el desastre cuando nos apartamos de nuestro astro propio, cuando dejamos de conectarnos con el mundo superior de nuestra misión, de nuestra estrella singular…

Las catástrofes vienen sincronizadas con la vibración del alma humana

A la luz de las evidencias sísmico-geológicas, tan cercanas a cualquiera por lo abundantes en la realidad histórica de Chile, y de la profusión de datos etnográficos recogidos por este autor durante casi veinte años en la zona indígena del centro-sur de Chile, nuestra tesis es que podemos afirmar que la visión indígena de los terremotos es ultramoderna (más allá de esta postmodernidad), hipercientífica, y “cuántica”, en cuanto que ella da cuenta de los enlaces infinitesimales entre las vibraciones humanas y las vibraciones geológicas (éstas últimas capaces de ser inducidas o bien bloqueadas por aquellas). En su tan valiosa y monumental obra “Viaje de un naturalista alrededor del mundo” de CHARLES DARWIN, éste prominente investigador inglés registra unos más que preciosos detalles etnográficos en los cuales subyacen una buena síntesis de la visión y del “secreto” mapuche de los terremotos, misma que en la década de los ochenta yo verificara personalmente entre las comunidades indígenas de el sector andino de la Araucanía.
En ella -y con ocasión de ser el científico inglés testigo de los desoladores vestigios del reciente e inmenso maremoto y terremoto sufrido por las gentes de Talcahuano, el 20 de febrero de 1835- adelantémoslo, se nos asoma una más que apasionante mirada de la realidad humana y geológica, percibida ambas -por las gentes del Chile de antaño- en íntima asociación, unidad y comunicación. Es decir, desde lo arcaico –y ya mucho antes que científicos como Francisco Varela y Humberto Maturana, en nada casual “chilenos” de nacionalidad- se nos confirmaría la premisa más importante de las recientes ciencias cognitivas: el mundo humano decide la realidad, el mundo de la realidad circundante, ya que éste emerge de aquel, porque el yo humano, en la activa construcción de su mundo y realidad, siempre tendrá “velas en ese entierro”. Se trata de un par de citas darwinianas de ese viaje, fundamentales, que me movieron a redactar este ensayo (unas citas cuyas notas personales también tienen una historia muy curiosa y extrañamente ligada a los terremotos), citas claves para este capítulo fundamental que busca rescatar un olvidado rasgo de la sabiduría ancestral.
Estimo que estas apuntes de Darwin aluden al núcleo del fenómeno; es decir dan cuenta del por qué se producen los terremotos, la causa humana generadora – o al menos activadora y potenciadora- de dichos gigantescos desequilibrios telúricos. Darwin, desde la oralidad indígena de los lugareños, registra que ese terremoto fue evitado en una zona del país, en Chiloé , porque allí no se taponaron los volcanes de la zona, lo que sí habría ocurrido más al norte, en Concepción-Talcahuano, precisamente a causa de una acción humana –siempre generada de mundos intencionales- que linda con una muy consciente intervención mágica, el evento secreto que ocasionaría el cataclismo. Vamos a la primera cita :
“En ese lugar [en dos volcanes cordilleranos frente a Chiloé ], una erupción se produjo, pues, en vez de un terremoto, cosa que hubiera ocurrido en Concepción si según lo pensaban las buenas gentes de esta ciudad, unas hechiceras no hubieran tapado el cráter del volcán Antuco [que está en el sector cordillerano frente a esa ciudad].

Para el mundo mapuche, la erupción volcánica es la natural salida de “la menstruación de la tierra” (significado de kuyentun kitral mapu, traducción etimológica del vocablo “erupción”) y cuyo flujo periódico mantendría a raya la irrupción de los terremotos. Porque la noción indígena, desde siempre ha sido considerar que los constantes movimientos telúricos se acumularían demasiado peligrosamente si no tuvieran su natural “desahogo” por las chimeneas de los abundantes y activos volcanes andinos. Allí en Talcahuano, Darwin recogía datos de este tipo, datos que aludían a la acumulación de la energía: “la mar se pone negra y empieza a hervir…”. Y también una pista enormemente valiosas para él y para los indígenas mapuche, a quienes éstas evidencias naturales les persuadía a rehuir las casas cuadradas que los misioneros les obligaban ocupar en los llamados “pueblos de indios”, y así seguir ellos habitando sus tradicionales viviendas circulares, como la ruka, ¿La razón? : la evidencia que allí el inglés pudo constatar y registrar testimonios como el del “desplazamiento de las piedras en sentido circular…”; en espiral, del mismo modo como un recién nacido trabaja para llegar a este mundo, de acuerdo al modo como se mueve en el estrecho canal del parto y como las caderas de su madre en el acto de su engendramiento…Porque sobre la femenina tierra, lo más estable en el universo sería el círculo.

Y cuando los ojos de gran científico todavía podían contemplar los aún tan recientes y devastadores efectos del maremoto, he aquí la explicación todavía más precisa que nos retransmite Darwin respecto del origen oculto de ese gran cataclismo, oída casi “en caliente”, prácticamente retransmitida “en directo y encima” del paradigma indígena del antiguo Chile :
“Las clases inferiores, en Talcahuano, estaban persuadidas de que el terremoto provenía de que las ancianas indias que habían sufrido algún ultraje dos años antes, habían cerrado el volcán Antuco. Esta explicación, por ridícula que pueda ser, no deja de ser curiosa, prueba en efecto, que la experiencia enseña a esos ignorantes que existe una relación entre la cesación de los fenómenos volcánicos y el terremoto. En el punto en que cesa su percepción de la causa y del efecto, invocan el socorro de la magia para explicar el cierre de la válvula volcánica.”

Dejando fuera los juicios descalificatorios del inglés por los indígenas como “clase inferior”, en la base de esta concepción mapuche de los terremotos y esbozada por el valioso apunte de Darwin, habría entonces un factor humano detonador, acelerador o causante de las fuerzas telúricas y que influiría en provocar la manifestación de un terremoto. Las emociones humanas, las emociones negativas serían entonces el núcleo básico que acumularía o “taponaría” los ductos naturales de la energía de la tierra. Esta se vería simpáticamente estimulada, y en particular por el tipo de emociones del mundo femenino con quien la tierra tiene especial afinidad. Y si lo femenino es capaz de “provocar” (con la rabia de un ultraje, por ejemplo) su propio poder también contendría la capacidad inversa, es decir, de detener el terremoto, la de mover los elementos y hacer que tierras, aguas, vientos y fuego regresen a su orden. Es el caso de los ritos propiciatorios para “obligar” a las partículas de la tierra a que todo vuelva a su cauce, a que las aguas se aclaren y brille de nuevo la serena luz del sol sobre las flores.
Se trataría de otro tipo de magia, de otro tipo de saber que ciertas machis , ciertas mujeres chamanes, que conocen el secreto de las aguas , que son capaces de hacer “brotar fuego en círculo desde la tierra”, también dispondrían del poder de calmarlo vía un canje propiciatorio, ya sea con sus dotes acerca del manejo del poder contenido en su verbo exorcista y/o con su sabiduría milenaria de los secretos de la naturaleza (la posesión o dominio de sus “enlaces finos”, cuánticos), al conocer como se “canjea” o “compensa “ un gran desequilibrio. Es decir, con la posesión y manejo útil de un tipo de conocimiento secreto como el que acompaña a ciertos ayunos y aciertas prácticas solitarias que ciertas mujeres hacen en lo más sombrío y solitario de las bosques y en ciertas altas grutas de los cerros cordilleranos (chenkes, kuramalal, etc.).
Así tenemos , que el aporte mapuche que confronta (a todos por igual) tanto a la sismología académica o al manejo científico-preventivo del desastre natural, como a “la profecía apocalíptica”, a la “predicción maya del 2012” o la “ciencia” esotérica y escatológica de los actuales Nostradamus, va por el siguiente aserto o proposición: Las catástrofes vendrían sincronizadas con la vibración del alma humana; y si en ellas se ubican sus gérmenes remotos o causas detonadoras, también desde ellas se pueden operar y detener sus efectos.
Tal es la misma percepción intuitiva en la que coincide notablemente el aporte de un por entonces joven escritor chileno, quien el año 1939 escribía con asombrado respeto hacia a la Madre Naturaleza, luego de atravesar por tren la derrumbada ciudad de Chillán (donde curiosamente, el 11 de marzo reciente también este autor inició la escritura de este artículo) y donde fallecerían más de 35.000 personas a causa de un también gigantesco terremoto:
“La tierra se modifica bajo el influjo de la mente humana en su acontecer profundo. El hombre desconoce el poder que tiene sobre la naturaleza y sus fenómenos. Si los hombres cambiaran, la tierra también lo haría. ¿El cinturón de fuego del Pacífico apagaría sus volcanes, si el chileno encontrara una salida sublimadora de sus dramas subconscientes? ¿Si en lugar de hundirse en la derrota moral, se elevara sobre sí mismo hasta alcanzar las cumbres del Espíritu, desaparecerían las catástrofes periódicas y se alejaría para siempre el terremoto?”

Y dado que según antiguas tradiciones –no solo indígenas- sino también hindúes, asiáticas y del viejo Medio Oriente, al ser la Tierra es un organismo vivo, Miguel Serrano, el autor de dicha cita, la asocia con el organismo vivo del cuerpo humano, el cual sería imagen de aquella. Serrano pasa a enlazar el mito mapuche de la lucha entre las serpientes Kay-Kay y Tren-Treng con el de la Kundalini de los hindúes, una energía representada por una serpiente enroscada en el primero de los chakras del cuerpo humano: círculo energético situado en la zona del perineo y que puede despertarse violentamente (como las pasiones sexuales de la violación de las mujeres indígenas que taponaron el Antuco), generando así consecuencia trágicas. Asimilando entonces la figura del hombre a la figura del mundo terráqueo, se nos impone una lógica ecuación: Kay Kay, la divinidad que agita las aguas y hace temblar la base (o “perineo”) de los montes de Treng-Treng, es la placa de Nazca; es decir es la Kundalini ; vale decir, es la forma serpenteante del cinturón de fuego del Pacífico cuyos respiraderos se asoman en el espinazo andino.

Elevarse sobre sí mismos hasta alcanzar las cumbres del Espíritu

Tenemos entonces a la vista, que la sabiduría mapuche ancestral, al ver anticipadísimamente la secreta, sutil e íntima unidad de los mundos humanos (el potencial mental de la alma humana ) con las fuerzas cósmicas, en cuanto que aquellas serían las originadoras de la realidad, de la organización de la materia y decidoras del destino o derrotero planetario, resultarían, de algún modo, muchísimo menos supersticiosa que las subsecuentes tradiciones cristianas y que las científicas que después se irían a adueñar del paradigma mental chileno.
Pero existencialmente –y sobre todo en estos tan especiales días- lo importante es que en este Chile que sube y sube no es normal estar vivo…Lo normal es estar muerto, dado la impresionante y abundante recurrencia de catástrofes naturales de todo tipo.
Por tanto descubrirse con vida luego de una terremoteada noche, es todo un milagro, un éxtasis, un tipo de fuerza mística que nos debe provocar una inextinguible ansia de cambiar nuestras prácticas, personales y sociales, para así subir a una Pirámide con la vasija de las gracias celestiales abierta, cual una antena receptora al infinito mensaje del Gran Cosmos. Así, se impone que con la Gran Sacudida nos sacudamos también de lo superfluo, de lo superficial que nos atonta y hace borrosa la visión, de las emociones y pensamientos superfluos, nos sacudamos de los paradigmas europeos-occidentales deshumanizadores (hay tanta artificio que daña aquí, en América Latina, que pareciera como si la tierra misma estuviera expulsando sus artificiales implantes, tal como lo es el fetichismo de las tecnologías que, si les rascamos un poquito más allá de su platinado decorado, descubriremos que nos enferman y dejan mas vacía el alma).
Hoy en Concepción, como en Haití o en Turquía, quedó más que claro que a la hora en que todo circuito artificial se corta, una botella de agua es más importante que el I-phone sin batería, y que un abrazo que a alguien le permite llorar en el hombro amigo es infinitamente más valioso que una Toyota aplastada por los escombros e incapaz allí de ser la más poderosa “todoterreno” del mercado … Por tanto y apropiándonos del tan lúcido decir venezolano de M. Leonor Terán, en esta catástrofe chilena, “el gran regalo envuelto en papel de tragedia es que todo lo que no es Real se cae, y solo puede permanecer lo que verdadero y eterno.” El terremoto –o lo que sea que vendrá- en buena hora nos fisura y agrieta profundamente el mecánico corazón, porque, entre otros bienes, hemos perdido el poder salvador de las cosas simples, de las cosas sencillas, de los deseos humildes. Aunque lo increíble de esta experiencia de catástrofe, es que la gente en general (incluida algunos que lo perdieron casi todo) modifica muy poco sus prácticas , y como lo comentara desde Colombia Adriana Acosta “no se da cuenta que el mundo ya no es más el mismo…Y si esto es así ¿por qué insisten continuar con la vida del mismo modo? Nos resistimos al cambio nos aferramos a lo conocido y eso solo nos hace más dolorosa la realidad…Mientras más pronto aceptemos lo que ES más pronto saldremos adelante”…más pronto subiremos la Montaña.mundo YA NO ES EL MISMO? por que insisten en continuar con la vida del mismo modo? pienso que entre mas pronto aceptemos lo que ES, mas pronto saldremos adelantemundo YA NO ES EL MISMO? por que insisten en continuar con la vida del mismo modo? pienso que entre mas pronto aceptemos lo que ES.

Finalmente , podemos resumir que la gran enseñanza que nos lega la ya larga historia de los terremotos chilenos (y no sólo para los chilenos) , es que el secreto del hogar humano, el secreto de “la residencia sobre la tierra”, es subir a nacer, (por usar aquí consciente y real –y no literariamente- el leguaje de Neruda, nunca más urgente y nunca más pertinente); es decir, abandonar las “malas casas” que habitamos, las malas moradas del Ser; léanse, las prácticas del apego involutivo propias de nuestras formas inferiores de animalidad: lo fácil, las pasiones que nos rebajan, las perversiones acuosas de la sexualidad (la distorsión desnaturalizada del fuego de Kundalini, que en vez de Eros, se degrada en Thánatos, la libido de muerte) , el fetichismo por las posesiones materiales, la insoportable superficialidad con que se embota sin pena ni gloria el don infinito de la charla y el ocio de la vida, el apetito de rapiña (desatado esta vez en el pillaje y el saqueo -o el de la acumulación antinatural de exceso de bienes muebles- porque antes de la modernidad todo el sencillo pueblo chileno se unía para colaborarse, nunca para robarse), etc. .
Y si esto no se aprende, la naturaleza nos obligará recurrentemente a empezar desde cero, (en el caso que a la siguiente vez nos deje vivos) tal como la mítica condena de Sísifo, ese titán griego que los dioses lo obligan a levantar mil veces hacia una alta cumbre una pesada piedra, para una vez arriba y después de tanto esfuerzo, ver impotente que otras mil veces se le despeña a la base, para así recomenzar eternamente de nuevo, una vez más, desde abajo hacia arriba… (¿Queremos que la misión de Chile sea la de Sísifo?) Y la realidad, una vez más puesta al desnudo, su verdadero núcleo, es que nos falta evolucionar; la realidad es que la sociedad chilena, muchísimo menos sencilla, menos conectada con lo esencial y menos generosa que aquella casi rural del terremoto-maremoto de Concepción del 1835, desde el punto de vista del “capital social” y del capital de las virtudes, Chile sufre una evidente involución. En palabras de Claudia Urzúa, autora del libro “Chile en los ojos de Darwin”, y que en esto pareciera interpretarlo profundamente, escribe: “También [para el autor de la teoría evolutiva], la conducta más evolucionada no es proclive al egoísmo del “sálvese quien pueda”, sino al altruismo recíproco…porque lo genuinamente humano sería el altruismo dictado desde la honda necesidad”

Y este Chile –a la vez marítimo y andino, ya que nunca vamos a poder renegar de Kay-Kay y de Treng-Treng- cada par de décadas, su sino geológico y espiritual es subir y subir, porque no puede salvarse sino en la altura, tal como la sapiencia de un piloto que, cuando ve que su nave enfrenta turbulencias, debe enfilar su avión por encima de las nubes en colisión y tormenta, más arriba de lo precario e inestable, allí en la alta ruta donde habita la paz. Ese piloto sabe que para transitar por el orden superior donde todo se controla, solo se logra subiendo más arriba (al mundo de la conciencia despierta) y así modificar sus vuelos rasantes y rastreros –el reino del caos y la confusión- para elevarse hacia la zona de la estabilidad y de la luz. El precio de la verdadera seguridad es el bendito ascenso. Por tanto, Chile se salva desanclándose, desaferrándose del apego hacia lo que ya ha construido, lejos de las orillas bajas, placenteras y fáciles: o navegando con su barco hacia alta mar – encima de la ola fatídica- muy distante de las colisiones de los buques costeros que peligrosamente allí anclados se sueltan todos cuando viene el maremoto y se arrasa un puerto, (los marinos de la Armada de Talcahuano salvaron sus buques de guerra porque un grupo de valientes bajó oportunamente a tierra a soltar las amarras).
O bien, cuando llegue la tembladera, la nación se salva caminando armónicamente en pareja y abierto a los dones del Cielo, bien alto, allí en las pirámides circulares de los Andes … Porque cada vez que tiemble, lo cierto es que Chile se salva cambiando de ruta de navegación; es decir, modificando su pobre conocimiento “rasante” (solo a nivel de efectos “científicos” visibles , no de causas invisibles”). Chile –y el mundo futuro con él, porque este país, ya es el epicentro y el nuevo paradigma del cambio colectivo mundial que viene y que la tierra comienza ya a ensayar antes del 2012- solo se salva residiendo en el Treng-Treng, en una Montaña Sagrada, habitando y construyendo nuestra gran y estable pirámide interior (más que exterior). Y cada terremoto, recalcitrante y porfiadamente, cada veinticinco años nos lo recuerda…y no sólo a Chile…
Si Chile – nos lo insistía en 1987 el ya citado autor francés André Frossard- “es un país en el cual hay mas cielo que en ninguna otra parte…Yo espero que Chile nos de un día noticias del Cielo si se consagra a ello en profundidad, independiente de las tareas que tiene que llevar a cabo diariamente por las necesidades del progreso”. Por tanto, el sino ontológico de Chile es el mismo destino ontológico de la humanidad y del resto de los países de Latinoamérica, particularmente los andinos: vivir para subir al Cielo en donde está nuestra raíz ontológica, subir y evolucionar para Ser; renacer cuantas veces sea necesario para elevarse a las cumbres del Espíritu, porque “para nacer hemos nacido”. Para este despertar de la conciencia es que nos visitan los terremotos, éste es el regalo mayor que esconde ese extraño papel de su envoltura, hecho de celulosa sísmica y desastre.

Desde Concepción, el epicentro del terremoto, a dieciocho días del mes de Marzo, y a diecinueve de la última y más reciente oportunidad que tuvimos para subir el Treng-Treng sagrado…

(*) Ziley Mora Penrose es etnógrafo, investigador de las cosmovisiones y medicinas indígenas de Chile, siendo autor de múltiples trabajos y libros en torno al pensamiento, lenguaje, cultura y usos sociales de la etnia mapuche . Hoy se desempeña como Consultor independiente en Procesos Humanos tanto en Chile como en México, además de asesor en asuntos de identidad nacional en la Fundación Imagen Pais de Chile.

22.3.10

Fuerzas Celestes


Johann Gottfried Herder – de su obra "Ideas para una filosofía de la historia de la humanidad" (escrito entre 1784 y 1793)

“Del cielo debe partir nuestra filosofía de la historia del género humano, si es que debe merecer de algún modo el nombre de tal. Pues no siendo nuestra sede humana, la Tierra, nada por sí misma, sino que recibe su estructura y forma de Fuerzas Celestes que se extienden por todo el universo nuestro, y es también de tales Fuezas que recibe su caudal para la organización y conservación de las criaturas , no hemos de considerarla sola y solitaria, sino incluída en el coro de los mundos entre los cuales ha sido puesta. La Tierra se halla unida por lazos invisibles y eternos a su punto central , el Sol, del cual recibe la luz , el calor, la vida y el progreso…

Las más de las veces nos conformamos con ver a la Tierra como un grano de polvo que flota en el gran abismo, donde los planetas completan sus órbitas en torno al Sol y donde los soles completan, a su vez, sus órbitas con otros sistemas solares, en espacios inmensos del cielo , hasta que, finalmente, la fantasía y el entendimiento se pierden en ese mar de inmensidades, donde no hay ni punto de partida ni punto final…

De modo que, al abrir el gran libro celeste y ver ante mí el inmenso palacio que sólo acierta a llenar La Divinidad, concluyo, lo más imparcialmente que puedo, por ir del Todo al individuo y del indiviuo al Todo. Pues “Una” fue la fuerza que creó el sol brillante y que, a la vez, mantiene mi grano de polvo con ese sol; “Una” es la fueza por la cual, acaso, una vía láctea de soles se mueve en torno de Sirio, y que a la vez, obra según la ley de gravedad sobre mi cuerpo terráqueo.
Y al ver yo que el espacio que ocupa la Tierra en nuestro templo solar, el lugar que ocupa con su movimiento, su tamaño, su masa y todo lo que de ella depende, está regido por leyes que también obran en lo inconmensurable, si es que no quiero arremeter contra lo Infinito, no sólo estaré contento y satisfecho de haber aparecido en este lugar integrando un coro rico en armonías, un coro de innúmerosos seres, sino que, además , será mi más excelsa ocupación la de averiguar qué es lo que debo ser en este lugar o, acaso, qué es lo único que puedo ser. Y si aún en aquello que pudiera parecerme lo más limitado y chocante, hallase, no sólo huellas de aquella Fuerza Creadora, sino también una relación manifiesta de lo más pequeño con el esbozo del Creador en lo inconmensurable, la mejor de las cualidades que mostrará mi entendimiento, será la de seguir este plan y de agregarme al entendimiento celeste.”
Aporte: Nora García

18.3.10

Tercer Ojo


Tercer ojo, qué significará esta expresión tan aparentemente perteneciente al terreno de lo psicodélico y poco tangible?

Para muchos basta con digerir apropiadamente un buen cartón de LSD, y listo, ya tenemos nuestro tercer ojito funcionando a la perfección...

...Si fuera tan barato.

En verdad, "abrir", "activar", "desarrollar" nuestro tercer ojo significa mucho más que un mera ingesta de sustancia material alguna, la cual pueda generar algún efecto netamente temporal en nuestro sistema sensorial/mental/intelectual. Mucho más que esto significa, muchíchíchíchísimo más...(primera palabra con más de un acento en la historia). :)

Para ello, simplemente basta con seguir las recomendaciones de aquellos que han transitado existosamente el "sendero del tercer ojo". Y en qué consiste este roceso? Pues en lo siguiente: ajusta tu visión interna de tal manera, que aceptes teórica y prácticamente, que todo lo que te rodea es tu amigo y no tu enemigo, que todo lo que pasa en tu vida es por algo, y no sólo eso, sino que todo lo que te pasa es lo mejor que te podría estar pasando.

En distintas tradiciones se ha expresado esta misma realidad de diversas maneras: que se haga Tu voluntad, todo lo que el Señor hace es perfecto, etc.

Esto es tener un tercer ojo bien afilado.

Uds. dirán, eso nomás? Si, eso no más. Nada más ni nada menos que eso. Intentemos desarrollarlo, y sólo allí comprobaremos que hay toda una vida y vidas esperándonos para oder trabajar esta gran visión, este gran arte del tercer ojo, de percibir síntomas de divinidad a cada paso.

Ese será el ojo que nos abrirá las puertas a la verdadera y única realidad, ése será el ojo que nos saque de la realidad virtual, y nos situará firmemente en nuestra posición e identidad reales.

Que nuestra vida se vuelva un hermoso intento por nacer a lo real, por nacer por última vez.

:)

13.3.10


Espejito espejito...




Quizás haya que peinarse.
En ciertos casos, también afeitarse para la ocasión. :)
O incluso acomodar un poco el rostro de alguna manera.

Pero nada de esto implica que debemos pasar la mayor parte de nuestras vidas frente al Señor Espejo, o meditando en cruzarnos con la primera vitrina a nuestro paso para entregarnos nuevamente al hedonismo, y la auto-contemplación en vanidad.


Tratemos de comprender que nodebemos dejar que este cuerpo se vuelva un elemento desechable y nauseabundo, pero tamoco debemos invertir nuestro tiempo y energía en dosis exageradas de atención frente a este instrumento llamado espejo, deeando vernos cada día más bellos, más interesantes para el mundo, más "llamadores de atención" al entorno que nos rodea: en pocas palabras, queriendo ser cada vez más Dios, cadavez más el Centro de todo.


Entendamos que la verdadera belleza radica fuera del espectro que el espejo nos puede mostrar, pues la verdadera y única belleza, encanto y atracción parten del plano espiritual, en este caso nuestra alma, nuestro ser, nosotros. Si el alma parte, el cuerpo cae al suelo y pierde automaticamente toda atracción, salvo en el pervertido caso de un necrófilo.

De esta manera podemos comprobar que todo lo que genera atracción, atención y belleza no es lo externo, nunca podrá ser así, por más convencidos que estemos o que los demás puedan estarlo. Sólo lo interno moverá nuestro ser, nos conmoverá y cautivará por entero.


Así, hagamos un voto, seamos audaces: Renunciemos al Espejo.


Ok, acepto que me puse algo extremista para el caso de muchos: al menos reduzcamos la dosis diaria de meditación frente a este trozo de vidrio, a lo estrictamente necesario, o sea unos pocos minutos al día en el mejor de los casos...


De no ser así, elegiremos vivir una eterna ilusión, frente a un reflejo que nos muestra lo que en nuesta mente imaginaria desearíamos ser algún día, torturándonos porque no logramos serlo, y orando superficialmente porque algún día "todo cambie y sea como yo quiero".


Paremos con la ausencia de realidad.

Espejito, espejito... deja de volverme loquito. :)


Cierra tus Ojos y nos los abras demasiado.... (frente al espejo al menos)

8.3.10

Autorrealización

La jornada del hoy, deseamos compartir con uds. algunas palabras de Nora García, una de nuestras nuevas columnistas en Suena Verdadero, quien estará aoprtando diversos conceptos a lo largo del año, para deleite de nuestros lectores...


La mayoría da las personas nacidas en occidente, hemos sido educados encumbrando a la razón y el desarrollo intelectual como factores definitorios del éxito en nuestras vidas; y a ello hemos destinado gran parte de nuestros esfuerzos.

Otro ítem al que dedicamos mucho tiempo y energia es al cuerpo, ya sea desde la estética, la salud o el disfrute; el cuerpo se constituye en otro importante destinatario de nuestro interés y, si bien muchos de nosotros somos bautizados o iniciados en determinada religión; los valores espirituales no suelen tener un rol protagónico durante nuestro crecimiento, en ese caso, la espiritualidad es un campo inexplorado, y he aquí nuestro regalo:la posibilidad de maravillarnos con el descubrimiento y de encontrar nuestra propia forma de introducirnos en él.

Conocemos muy bien los gustos, deseos y lenguaje de nuestro cuerpo, y nos ocupamos de satisfacer sus necesidades; del mismo modo (o tal vez con más dedicación aún) atendemos las constantes demandas de nuestra mente. Entre una y otra cosa , podemos comenzar a abrirle un espacio al Alma-la Chispa de Vida que Late en Todo lo que Existe-para preguntarnos cuáles son sus anhelos, sus intereses, sus necesidades, su lenguaje.

Des - cubrir al Ser que yace detrás de todos los roles y cualidades con las que nos identificamos hasta ahora, nos da una nueva perspectiva y con ella la posibilidad de intergrar el aspecto espiritual en nuestra vida cotidiana; volverlo conocido, natural; es la llave que abre una puerta a un nuevo horizonte protegido de la degradación y el consiguiente sufrimiento que podemos observar diariamente a nuestro alrededor; a una vida más plena al incluir un aspecto olvidado o desconocido; a un lenguaje sutil que puede valerse de palabras gestos o imágenes, pero no es verbal ni físico y mucho menos mental; más bien está relacionado con la percepción.
Es una forma de ver las cosas en la que todo cobra sentido, todo lo que existe y lo que sucede cumple un propósito.

Hace un tiempo recibí una invitación a experimentarlo de manera paulatina y constante, teniendo en cuenta que la única inversión es nuestra disposición y buena voluntad…
La verdad es que las ganancias exceden toda expectativa, por esta razón, deseo con todo mi corazón que cada vez sean más las personas que se animen a cerrar los ojos y mirar.

2.3.10

War

Quizàs nada nuevo bajo el Sol, pero debido a la casi innata tendencia a olvidarlo todo, nunca està demàs tener en claro dònde nos encontramos, y dònde deberìamos encontrarnos idealmente.


Cierra tus ojos y vive por un ideal que te saque de aquì.