« [...] el que “ama” sólo a costa de permanecer ciego a su autoengaño perpetúa su propia mentira y su inconciencia—que son obstáculos de la vida auténtica y también del amor.
Por lo contrario, cuando la persona empieza a conocerse a través de un proceso terapéutico o espiritual, tarde o temprano descubre que no ama de verdad, y sólo a partir del descubrimiento de su falsificación y de su vacío empieza a descubrir el amor verdadero.
Pero tiene que ser muy virtuosa una persona para darse cuenta de que no ama, pues tanto de nuestro bienestar deriva de sentirnos amorosos y es tanto lo que se ha invertido en la imagen de persona buena. Es muy difícil, aún heroico despojarse de esa ilusión para luego saltar al abismo por el que misteriosamente se llega a la vida verdadera y sus valores [...] ».
Claudio Naranjo
25.1.11
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