29.7.10


D.I.Y.: Do it yourself


Un obstáculo que la entidad viviente afronta, en su afán por alcanzar la perfección, es el de no lograr tener un criterio balanceado a la hora de medir sus propias limitaciones y condicionamientos actuales, y de esta manera generarse una auto-exigencia en absoluto destructiva para el brillante futuro que debería esperarle en su existencia.


El hecho de que no seamos capaces de hacr equilibrio en un punto medio, y que terminemos corriendo sólo de un exremo a otro "de las cosas", sólo adherirá más y más insatisfacción a nuestra experiencia.


Parte de esta auto-exigencia paranoica e innecesaria, consiste en intentar por todos los medios de evadir el deber que nos corresponde individualmente, evitar tratar de descubrir cuál es el plan específico que nos aguarda a cada uno de nosotros como seres eternamente únicos e indivisibles.


No debemos ni podemos escapar a ese destino que se nos ha asignado por la providencia todo-amorosa, todo-compasiva. Debemos mas bien zambullirnos en esa búsqueda que nos llama y espera, en lugar de darnos el lujo de que nuestra atención pulule y merme alrededor de los deberes de segundos o terceros.


Por compararnos constantemente con los demás abolimos el presente, nos alejamos por completo de la realidad del ahora, y sólo elejimos vivir en una isla de imaginación que nada tiene de paradisíaca: un plano mental de constante evasión y cobardía, en el cual intentamos desesperadamente y por todos los medios ajustarnos diversas identidades y funciones que nunca nos corresponderán, cayendo esas máscaras una tras otra.


El propósito de la vida consiste en volvernos valientes, en volvernos genuinos buscadores de la verdad. La verdad está más cerca de lo que pensamos. Está dentro, no fuera. En el corazón encontraremos aquello que el mundo nos promete y esconde a cada instante.


Buceemos en las inmediaciones del ser, y humildemente aprendamos a establecernos metas a corto y mediano plazo, que no sean taaaaaaan gloriosas e inalcanzables como para hacernos sentir que nunca llegamos a nada, y que mas bien puedan relacionarse con nuestras realidades más inmediatas actuales y provisorias y por otro lado desde ya, siempre continuaremos marchando hacia adelante, manteniendo por sobre nuestra cabeza la meta máxima: el amor todo inclusivo, con todas las letras.


:)

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