22.3.10

Fuerzas Celestes


Johann Gottfried Herder – de su obra "Ideas para una filosofía de la historia de la humanidad" (escrito entre 1784 y 1793)

“Del cielo debe partir nuestra filosofía de la historia del género humano, si es que debe merecer de algún modo el nombre de tal. Pues no siendo nuestra sede humana, la Tierra, nada por sí misma, sino que recibe su estructura y forma de Fuerzas Celestes que se extienden por todo el universo nuestro, y es también de tales Fuezas que recibe su caudal para la organización y conservación de las criaturas , no hemos de considerarla sola y solitaria, sino incluída en el coro de los mundos entre los cuales ha sido puesta. La Tierra se halla unida por lazos invisibles y eternos a su punto central , el Sol, del cual recibe la luz , el calor, la vida y el progreso…

Las más de las veces nos conformamos con ver a la Tierra como un grano de polvo que flota en el gran abismo, donde los planetas completan sus órbitas en torno al Sol y donde los soles completan, a su vez, sus órbitas con otros sistemas solares, en espacios inmensos del cielo , hasta que, finalmente, la fantasía y el entendimiento se pierden en ese mar de inmensidades, donde no hay ni punto de partida ni punto final…

De modo que, al abrir el gran libro celeste y ver ante mí el inmenso palacio que sólo acierta a llenar La Divinidad, concluyo, lo más imparcialmente que puedo, por ir del Todo al individuo y del indiviuo al Todo. Pues “Una” fue la fuerza que creó el sol brillante y que, a la vez, mantiene mi grano de polvo con ese sol; “Una” es la fueza por la cual, acaso, una vía láctea de soles se mueve en torno de Sirio, y que a la vez, obra según la ley de gravedad sobre mi cuerpo terráqueo.
Y al ver yo que el espacio que ocupa la Tierra en nuestro templo solar, el lugar que ocupa con su movimiento, su tamaño, su masa y todo lo que de ella depende, está regido por leyes que también obran en lo inconmensurable, si es que no quiero arremeter contra lo Infinito, no sólo estaré contento y satisfecho de haber aparecido en este lugar integrando un coro rico en armonías, un coro de innúmerosos seres, sino que, además , será mi más excelsa ocupación la de averiguar qué es lo que debo ser en este lugar o, acaso, qué es lo único que puedo ser. Y si aún en aquello que pudiera parecerme lo más limitado y chocante, hallase, no sólo huellas de aquella Fuerza Creadora, sino también una relación manifiesta de lo más pequeño con el esbozo del Creador en lo inconmensurable, la mejor de las cualidades que mostrará mi entendimiento, será la de seguir este plan y de agregarme al entendimiento celeste.”
Aporte: Nora García

No hay comentarios: