cierra tus ojos y MIRA

Atrapado y Atravesado



La naturaleza del deseo en el lugar equivocado.
De inmediato nos veremos y sentiremos cautivos, cazados.

Tal como esta imagen lo ilustra, asimismo el ser encuentra sus poros penetrados por diversas circunstancias y condicionamientos que no le permiten andar holgadamente por este mundo, debido a las múltiples reaccionan que se nos van presentando una tras otra, muchas veces como si de una larga cola de banco se tratase, pareciendo nunca acabar.

La naturaleza del deseo mal posicionado es así. En el mismo instante en que a este se le permite surgir, en ese mismo momento comenta a generar toda una serie de efecto nocivos y atrapantes (en el mal sentido de la palabra) para aquella conciencia que busca despegar y volar, andar por sobre la aflicción de estos lados.

Así, seamos transeúntes cuidadosos de la vida, pues facilmente nos veremos cazados, atrapados y atravesados por las dolorosas flechas del deseo mundano, el cual hiere y duele, siendo todo esto una implicación innecesaria en nuestra existencia.

Podemos y deberíamos aprender a desenvolvernos sin una necesidad de cautiverio constante, sin ser presas de nuestras propias armas.

Salir del encierro que consterna al alma. Eso debe volverse una gran meta en nuestra vida. Más grande que cualquier otra mete: sólo así las celdas se abrirán automaticamente y podremos escapar por fin.