La verdadera meta, el único objetivo
A continuación, una más que interesante meditación de una de las tantas colegas- cosmonautas que viene a compartir su búsqueda y encuentros con nosotros...
Mirando un paisaje urbano en plena acción, viendo cómo las personas se dirigen apuradas a sus respectivos destinos, me pregunto cuál es el motor que las impulsa, qué es lo que uno busca, en realidad y más allá de lo obvio, cuando estudia, trabaja, forma una familia, o cual sea la elección que haya tomado? Luego de indagar con interés en la cuestión, la respuesta es: amor!
Muchos creen que lo conseguirán invirtiendo todas sus energías en esa elección particular (trabajo, estudio, familia, etc.); y ajustan el concepto del amor a su propia lista de carencias a cubrir, esperando que “algo o alguien” que vendrá de afuera los complete, los haga sentir plenos y felices…esto nunca ocurre, por que el proceso es inverso: de adentro hacia afuera y para que lleguen la plenitud y la felicidad, hay que completarlo: primero encontrarlas en nuestro interior, y luego darlas!
Un principio básico del amor es trasladar ese deseo de felicidad que tenemos para nosotros, hacia otra persona (destinatarios no faltan) y al hacerlo expansivo, siempre habrá alguien pensando en nuestra felicidad…se escribe fácil, no? Pero vivimos en un mundo complicado, donde impera una exacerbación desmedida (entre otras cosas) de la sexualidad que, generalmente, se confunde con el amor. Eso es lo que hemos aprendido y, aunque no nos ha llevado a buen puerto, peligrosamente, lo estamos enseñando…
Puede ser muy útil revisar cada tanto el sistema de valoración que rige nuestras vidas, para asegurarnos que no haya allí ningún “spam” y modificar algunos conceptos que por antiguos y enquistados, los damos por ciertos sin reflexionar demasiado.
Todos los esfuerzos destinados a realizar viajes al espacio, cada vez más espectaculares, llegando más lejos en menos tiempo, podrían ocuparse en un viaje interior profundo y revelador mucho más fructífero, que ayudaría a sanarnos y liberarnos de la frustración en nuestras relaciones.
Nora García
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