“Llovió todo ese día y esa noche y la mitad del día siguiente, y cuando salió el sol volvió a llover, hacia arriba; llovió luz de las pesadas gemas caídas sobre la hierba fresca y brillante. Algunas de esas gemas se evaporaron, otras cayeron, y entonces la tierra, con una voz muy blanda y las hojas con la voz de la forma, y las flores con la voz del color y el perfume, mostraron su agradecimiento.
Así llegó él a conocerse a sí mismo, y como el puñado de personas que lo logró alguna vez, descubrió, en esa cima, el escarpado pie de una montaña.”
Así llegó él a conocerse a sí mismo, y como el puñado de personas que lo logró alguna vez, descubrió, en esa cima, el escarpado pie de una montaña.”
Theodore Sturgeon – de su novela” Más que humano”
Comentario por Nora García:
Conectándose con los aspectos sutiles de la existencia, alguien puede encontrarse a sí mismo, percibiendo la Vida que pone a funcionar la naturaleza y sintiéndose parte de esta increíble danza.
Y qué alivio saber que siempre habrá un lugar adonde llegar; que al alcanzar la meta nos espera una nueva invitación a seguir el camino; que eternamente hallaremos dónde depositar nuestros esfuerzos, nuestros anhelos, nuestros encuentros; que, justamente, el “tiempo” con que contamos es la Eternidad y el “escenario”, el Infinito; que lo verdaderamente imprescindible en este viaje es nuestra conciencia …
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