Ñam.
Una vez (más de una vez imagino) un sabio dijo: "En el momento de relacionarnos con alguien-algo, nosotros podemos decir "te amo", pero lo que en realidad estamos amando en general no es a esa persona en sí, sino al placer que obtenemos al relacionarnos con ella. Si ese placer dejaría de estar, inmediatamente saldríamos corriendo de allí".
Qué tal les suena esa melodía mis queridos? Honestidad brutal, esta vez de verdad.
Cuidemos de relacionarnos sin alimentarnos bestial y egoístamente de lo que podemos exprimir de aquello que se nos sitúa por delante nuestro. Intentemos colaborar con la realidad.
Entendamos que somos una pequñísima partícula destinada a ser parte de un engranaje armonizante, que a su vez tiene un eje - un centro, y ese es Dios, específicamente el amor a Dios, o el amor en sí. (el cual es diametralmente lo opuesto a lo que acabamos de escribir previamente)
Si el concepto de lo que Dios representa para nuestras vidas no nos lleva a esta conclusión todo amorosa (la cual se ve catapultada y establecida en una relación personal con él, aunque poco podemos imaginar de ello), we are in the wrong way.
Close your eyes and visit:
www.vrindaportal.com
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