LA IMPORTANCIA DE UNA SONRISA
LA IMPORTANCIA DE UNA ACTITUD
Generalmente no damos importancia al uso de nuestras palabras, incluso mucho más grave aún al uso de nuestras actitudes.
La palabra deviene del pensamiento, y la actitud deviene de la creencia que tenemos respecto de una determinada situación.
Si pensamos en forma negativa o pesimista, solo tendremos como proyección de futuro, una sola posibilidad: TODO SALDRÁ MAL.
Recordemos la incidencia que tiene en el futuro las predicciones creadoras. Todo aquello que configuramos desde nuestra estructura mental, convencidos de que: ES ASI.
Si pensamos en forma positiva u optimista, tendremos dos posibilidades: QUE SALGA BIEN Ó QUE SALGA MAL.
Del mismo modo, si actuamos en forma incorrecta, estaremos generando consecuencias desfavorables y negativas que se multiplicarán en progresión geométrica.
“Un error trae otro error…y una mentira trae otra mentira.”
Al actuar en forma correcta, estaremos generando consecuencias favorables y predisponiendo a condiciones positivas.
Si por unos instantes nos ponemos a reflexionar sobre alguna situación desagradable en la que nos hemos visto involucrados, y podemos a partir de ella, ver todas las vinculaciones con otras situaciones que se han generado, comprenderemos la magnitud de los hechos.
Esto puede comprenderse desde una actitud casi intrascendente,
como arrojar una lata de gaseosa fuera del cesto, hasta actitudes de daño moral o psíquico, vital o humanitario.
La diferencia de un milímetro en un ángulo, proyectado hacia el espacio, nos da una distancia cósmica sideral.
Por lo que no hay pequeñas actitudes incorrectas.
Del mismo modo, las actitudes magnánimas, pueden tomar la forma de “insignificantes”.
La insignificancia en sus distintas formas, puede ser muy poderosa.
Es importante tomar conciencia que permanentemente estamos eligiendo, y depende de nosotros, todo el tiempo, que en cada momento, y cada día sea el más alegre ó el peor de todos.
Lo mismo dicho de otra manera, creará una “atmósfera mental menos tóxica”.
“Un incendio devastador…comienza por una chispa.”
Y muchas veces una discusión no se sabe como termina; luego…quisiéramos volver el tiempo atrás, a ese instante donde empezó todo, para detener la rueda…y ya es tarde.
“La palabra dicha es como la flecha disparada, no se puede volver atrás.”
El tiempo y los sucesos no se detienen.
Cuando nos encontramos ante una situación donde la otra persona se encuentra descontrolada, agresiva, e insultante, es muy importante mantener una actitud meditativa, de calma y silencio reflexivo, ello hará que la otra persona pueda escucharse, haciéndose cargo de sus palabras, y tal vez recordar lo que Buddha dijo, cuando lo agredían y arrojaban objetos insultantes:
“Estos regalos no son para mí…”
Quisiera cerrar con una ilustración:
Un relato cuenta de un hombre que parado en el andén del tren, estaba decidido a suicidarse.
Pasa a su lado una bella niña…y le sonríe.
El hombre quedó perplejo. No entendió el porqué de esa actitud
Cómo!! Con ese aspecto despreciable, tan desalineado y triste, ese rostro apesadumbrado de haber llorado tanto, con esa mirada sombría y esas profundas ojeras, esa chica prestó atención en él!
Esta imagen se impuso con tanta fuerza en su pensamiento que lo sacó abruptamente de idea de suicidio.
Desvió su atención hacia ese pensamiento, abandonando la idea fija del suicido.
Se quedó pensando en ello, tratando de comprender.
Volvió a su casa y se quedó dormido con esa idea, y la imagen de la niña y su sonrisa.
Al día siguiente…. Una llamada telefónica le cambió su vida.
Christina
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