Debemos estar dispuestos a tolerar todo tipo de imperfecciòn hasta llegar a la perfecciòn ùltima.
Debemos estar dispuestos a reconocer que quizàs en el momento actual estamos muy lejos de nosotros mismos, de lo que realmente somos en verdad, y afrontar la realidad de que debemos llegar a nosotros mismos, arribar al puerto del alma espiritual, sinònimo de nuestro yo.
Debemos tener la valentìa de aceptar quienes somos, y quienes no somos.
La verdad en primera instancia implica este punto crucial: muy facilmente podemos identificarnos y creernos algo aparte de lo que unicamente somos.
Muy còmodamente podemos creernos en la pràctica (aunque no en teorìa) que somos nuestra mente, sentidos, intelecto y/o ego falso. "Creernos" esto, significa prestar atenciòn a su llamado, considerar e identificarnos con sus propuestas, llegando al punto de considerar nuestro "yo" actual, nuestro verdadero y ùltimo yo.
Entendamos este punto tan ineludible: quizàs en la actualidad creemos que somos algo, creemos que "yo soy asì y asà", pero muy probablemente, aquello que verdaderamente somos recièn surgirà luego de haber despejado el camino de todo aquello que no somos, pero que creemos sernos en la actualidad.
Aceptar este hecho, y estar dispuestos a luchar, sea el tiempo que sea necesario para ello, las vidas que correspondan invertir para culminar este momento glorioso, sòlo y sòlo esto nos volverà verdaderos hèroes.
Un hèroe es aquel que ha elegido estar dispuesto a realizar todo el sacrificio posible para descubrirse, y de esta manera llegar a vincularse con todo y con todos desde un lugar genuino. Este intento acabarà con la tendencia ilusoria, esta revoluciòn pondrà fin a la hipocresìa subyacente en el mundo todo.
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