12.1.10


El Amor como la meta ùltima?



Estos ùltimos dìas, he tenido la chance de visitar el especial lugar de Capilla del Monte, en donde se han presentado ciertas meditaciones e ideas a desarrollar que desde ya deseamos compartir aquì, para variar.

En esta ocasiòn, un punto particular y ùnico: el amor.
Pero uds. saben a què amor me refiero, si es que han sido fieles visitantes a este blog los ùltimos años. :)

El punto es el siguiente: de acuerdo a las mùltiples culturas milenarias y espirituales, el cultivo y desarrollo ùltimo de este sentimiento llamado amor puro, de esta realizaciòn que todo lo incluye, ha sido y es considerado practica y unànimemente como el màs preciado tesoro a alcanzar en esta vida, con lo cual todo se vuelve un èxtio, todo cobra el sentido que està esperando sernos dado.

En contraste con esta idea tan noble y heroica, encontramos que en la vida cotidiana ordinaria, el amor es considerado algo fàcilmente alcanzable, algo por lo que pràcticamente no tenemos que hacer esfuerzo alguno para poder llegar a èl.
Hasta el punto, como siempre decimos, de el “ser humano” terminar erigiendo frases tan monstruosas como “hacer el amor”, generalmente a un acto fìsico que en un buen porcentaje carece de una base de sentimiento en absoluto, y simplemente se convierte en una concentrada bùsqueda egoìsta por explotar a la otra persona con miras a un disfrute exclusivamente personal.

Este es un gran problema. Pensar que esto es amor.
Pensar que por ende ya hemos alcanzado el amor, que ya tenemos amor, en nuestro inconciente nos puede llevar a la conclusiòn de que hemos alcanzado el objetivo y la meta ùltima de nuestra vida, la cual es precisamente el amor.

Pero pequeño detalle, supuestamente alcanzamos la meta de la vida, supuestamente “ya tenemos amor”, supuestamente cada vez que lo deseeamos, invocaremos esta valiosa sustancia a piacere, y la misma vendrà corriendo a nosotros, subyugada por nuestra supuesta poderosa voluntad.
Pero aùn asì seguimos insatisfechos. Aùn asì la ansiedad persiste. El temor, la duda, el no saber què hacer en variadas ocasiones. En otras palabras, el amor aùn no ha llegado.

Cuando el verdadero amor llegue, nos veremos invadidos por un abrasante sentimiento todo-abarcativo de compasiòn hacia todos por igual, de dadivosidad sin lìmites, de 0% egoìsmo, y por lo tanto, 0% sufrimiento.

Asì, debemos a diario replantearnos este concepto de què es el amor, y en lugar de baratamente pensar que ya lo tenemos, entender de manera conclusiva que el mismo constituye la meta ùltima de la vida, y por lo tanto no podemos esperar poseerlo asì porque sì. Un esfuerzo, un sacrificio (sacro-oficio) deberà ser perpetrado para ir ganando de forma gradual, la màgica entrada a este exclusivo plano de la realidad.

El hogar. Amor es el hogar.

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