28.3.11


Japan speaks to us




Con algo de demora nos dirijimos a analizar el desastre acontecido algunas semanas atrás en Japón, a la luz de una mirada lo más conciente posible…


Como siempre lo decimos pero parece que nunca terminamos de creérnoslo, este tipo de acontecimientos nos siguen tratando de hablar a gritos acerca de la necesidad de un cambio a nivel global.


De una transformación radical en nuestro modo de encarar la existencia, de relacionarnos con cada partícula de vida que nos rodea…


El planeta es una entidad viviente que sufre y reacciona igual que cualquiera de nosotros. El planeta vive y siente, y por ende nos expresa sus diversos sentimientos de una forma muy clara. Lo hace de una manera tan clara que poca interpretación se hace necesaria para entender su clamor desesperado.


En los últimos tiempos, esta entidad viviente llamada planeta ha estado vociferando en un nivel de volumen casi ensordecedor a cada uno de nosotros, a través de muchísimos episodios y situaciones catastróficas, tratando de alguna u otra manera de llamar nuestra atención hacia la urgente necesidad de un cambio real e inmediato en nuestras costumbres. Pero no importa cuánto volumen posee su voz, parece ser que la sordera que ataca a gran parte de la humanidad es más fuerte que los alaridos de nuestra madre Tierra.


Es hora de comenzar a escuchar. Es hora de comenzar a ver, a percatarnos de que a nuestro alrededor existen muchos otros entes aparte de nosotros, y ellos buscan y requieren auqellas mismas cosas que nosotros anhelamos e intentamos procurar muchas veces egoístamente para nosotros, sin medir las consecuencias que esto puede generar en el entorno, a corto, mediano y largo plazo.


Y el cambio siempre comienza por casa, a modo individual comenzaremos una revolución mundial, no hay otra manera. No podemos esperar que los medios, la publicidad y demás grupos masivos despierten para nosotros sólo allí seguir su dictado, sino que debemos ser nosotros y sólo nosotros aquellos que de manera muy heroica y sin importar cuánto nos pueda esto costar, comenzar a mostrar al mundo que se puede vivir la vida de una manera natural, sana, ecológica, en contacto con valores superiores, con metas y objetivos muy por encima de los ya propuestos en el decaído sistema actual.


Empecemos cambiando todos aquellos pequeño detalles, sin importar cuán insignificante nos pueda parecer el efecto que esto genere a nuestro alrededor, ese será nuestro primer gran aporte, y así comenzaremos para nunca detenernos.


Hemos sido concebidos para graduarnos como unidades de alivio en este plano y todos los que vendrán, por lo que siempre es el mejor momento para activar esta sagrada función que nos espera por dentro…


23.3.11


DIVINA MEMORIA



La memoria, esta facultad de nuestro cerebro que la consideramos como algo tan natural y merecido, hasta propio, que nunca pensamos que podríamos vivir sin ella.

Tampoco la apreciamos, ni la cuidamos, hasta que…la empezamos a perder.


De solo imaginarnos que si nos encontráramos en una esquina, sin ella, no sabríamos para donde ir.


Y, si alguien se acercara a preguntarnos como nos llamamos, cuál es la dirección de nuestra vivienda, el número de D.N.I., el teléfono de nuestros hijos, etc. etc. y no pudiéramos contestar…


Tan solo pensarlo, nos llenaría de espanto.

El registro de la memoria, es todo aquello que guarda no solo todas las experiencias vividas, consciente e inconscientemente, sino el registro de nuestra identidad.


El “Yo Soy”, sólo puedo sostenerlo a partir de ella.

La octava consciencia, desde la psicología budista, es la que pasa de vida en vida, donde se halla registrado a modo de chip, absolutamente todo lo vivido, en todas las vidas anteriores.


Incluso hasta está registrada, nuestra memoria biológica y ancestral!!.

He leído un Cuento Oriental de Liehtsé, Sabiduría China de Lin Yutang, donde refiere de un hombre, llamado Huatsé, que había perdido la memoria. Titulado “El hombre que olvidó”.


Solo vivía el día. Y por la noche borraba absolutamente todos los recuerdos almacenados.

Este hombre vivía feliz.

No obstante su familia, estaba muy preocupada por ello, y comenzó a buscar distintos médicos para lograr que este hombre se “curara” de la enfermedad que padecía.


Después de dar muchas vueltas, con distintos profesionales de la salud, encontraron un erudito Confusionista que dijo:

“Su mal no es de los que se curan con adivinos, oraciones y medicina. Trataré de curar su mente y cambiar los objetos de su pensamiento, y puede ser que se cure.”


Sometió a éste hombre a distintas experiencias extremas de hambre, frío y oscuridad. Huatsé pidió comida, ropas y quiso ver la luz.

Y…la enfermedad de años fue curada en un día.


Cuando Huatsé se curó, lo supo, y se puso furioso.

Se violentó con su esposa y con sus hijos, y echó al erudito Confusionista de su casa, amenazándolo, si volvía.


La gente del lugar le preguntó porqué hacía eso, a lo que el hombre respondió:

“Cuando estaba inmerso en el mar del olvido, no sabía si el cielo y la tierra existían, ni pensaba en ellos. Ahora que me han despertado, todos los éxitos y desventuras, alegrías y penas, amores y odios de toda mi vida , han venido ha descomponer mi corazón.

Y …lo seguirán haciendo.


Seguirán oprimiendo mi mente como me oprimen ahora.

“¿Cómo podré olvidar?”.


Un hombre que vivía tranquilo, en el mar del olvido, sin memoria, y a partir de su recuperación, siente que nunca volverá a ser feliz.


Es bueno reflexionar sobre esto: imagínense, si recordáramos absolutamente todo lo vivido desde el nacimiento. (Ni hablar de nuestras vidas anteriores).


El sabio inconsciente, nos resguarda de muchas cosas que no podríamos siquiera tolerar, y despertaríamos a lo siniestro que hay en muchas personas buenas que nos rodearon toda la vida.


Pero también, nos advierte, a través de síntomas, cuando debemos hacer aflorar algo a la superficie.


Y, también lo hace con la función mediadora y simbólica de los sueños, que es su recurso. Por ello, el inconsciente no puede hablar, y prefiere el silencio: El silencio de los Inocentes.


En nuestro cerebro existe una formación muy primitiva, llamada cerebro reptil.

En su interior una formación llamada amígdala, es la que guarda todas las experiencias emocionales, y como una Tea ardiente, mantiene las llamas de las experiencias traumáticas, por ello se dice que aún, cuando el trauma haya sido en el pasado, está siempre presente (Congreso Internacional PSICOTRAUMA).


Y ese cerebro reptil…también está siempre presente.

Algo muy importante para referir, es la importancia de los distintos tipos de memoria: auditiva, visual, olfativa, gustativa, táctil y extrasensorial.


La más importante y delicada, es la memoria visual.

“Una palabra podrá olvidarse de nuestra memoria…pero una imagen jamás se borrará de nuestras retinas.”


Cuando haya desaparecido la memoria, la dificultad sensitiva y motora de asociar y expresar los recuerdos, quedarán bailando en nuestra mente todas las imágenes en una sucesión ininterrumpida , desde lo ancestral y primitivo, como en la psiquis del bebé.


Alzheimer, ese mal incurable, que cada vez afecta a más personas, y cada vez a más temprana edad.


Un mal que se multiplica en progresión geométrica, al que aún la ciencia no logra frenar.


No obstante, la naturaleza sabia, como habitualmente, también nos provee en el transcurso de la vida, la posibilidad de olvidar, la posibilidad de no escuchar, la posibilidad de no ver, de no poder hablar.


Recuerdo a los tres monos sabios: “No veo…no escucho…no hablo.”


Perder la memoria, es terrible…conservarla también.


Lic. Cristina Noemí Mafía


17.3.11


¿Qué hacer con nuestra mente?




¿Qué hacer con nuestra mente?





La mente humana necesita ser educada.


Esto se logra persistiendo en la aspiración a unirse con el centro de la propia consciencia y con la intención de no dejarse conducir sólo por el mecanismo deductivo intelectual.


Una de las funciones de la mente consiste en elevar la vibración de las células cerebrales, lo que se logra al encauzar los pensamientos hacia temas elevados.


Después de cumplir esa función, debe renunciar a su predominio para no convertirse en un obstáculo para el conocimiento intuitivo, que proviene de un plano de consciencia superior.


La mente, con su poder de análisis y deducción, ve tanto lo positivo como lo negativo, y luego juzga.


Pero sólo cuando nos concentramos en los aspectos más positivos de alguna persona o de los hechos de la vida, recibimos ayuda para la correcta formación de la mente.


Así aprendemos a trascenderla, encaminados hacia una nueva percepción. De esta manera, la agudeza y la capacidad crítica se transforman en el don de captar la Realidad.


El nacimiento de una nueva consciencia implica la reestructuración de la mente. Esto no significa sólo reordenarla, sino especialmente transmutarla, lo que es posible mediante la concentración en el mundo interior y el aquietamiento del raciocinio.


Para tener paz, la mente necesita reconocer algo superior que la pueda ampliar. Necesita dejar de ser complaciente con las tendencias que por lo general cultiva.


Su capacidad de concentración nace de la renuncia voluntaria a lo que la atrae y dispersa. Es fruto de la voluntad, de la decisión de mantenerse en vibraciones superiores, de la decisión de seleccionar la calidad de las energías en que la consciencia debe polarizarse.


Aún cuando la mente sea un campo de conflicto para el hombre de hoy, puede transformarse en campo de servicio, conforme a la muy conocida ley, "la energía sigue al pensamiento". Esta ley contiene la semilla del proceso creador-destructor, para el hombre, en el mundo material.


Y para las entidades espirituales, en el cosmos. La mente racional es incapaz de trascenderse a sí misma.



9.3.11


EL ALFABETO


Tenemos todas las letras del alfabeto para elegir qué hacer con ellas…







A-MOR / A-MBICIÓN

B-ONDAD / B-AJEZA

C-OMPASION / C-ODICIA

D-ADIVA / D-UDA

E-SPERANZA / E-GO

F-IDELIDAD / F-ALSEDAD

G-RATITUD / G-ULA

H-ONESTIDAD / H-EREJÍA

I-DONEIDAD / I-NGRATITUD

J-UBILO / J-ARANA

K-RISHNA / K-ARMA

L- IBERACIÓN / L-UJURIA

LL-ORAR (por compasión) / LL-ORAR (por egoísmo)

M-AGNANIMIDAD / M-ENTIRA

N-ACER (espiritualmente) / N-EGATIVIDAD

O-FRENDAR / O-RGULLO

P-ACIENCIA / P-ODERÍO

Q-UERER / Q-UEBRAR (corazones)

R-EFLEXIONAR / R-OBAR

S-ABIDURÍA / S-OBERBIA

T-EMPLANZA / T-RAICIÓN

U-NION / U-LTRAJAR

V-OLUNTAD / V-ILEZA


:)


3.3.11


Inspiracional...

Las siguientes palabras han sido inspiradas en una monumental clase de Srila Atulananda Acarya...



La inspiración.
Qué concepto tan preciado, tan perseguido por todos.
Que sustancia tan terriblemente codiciada y al mismo tiempo malinterpretada y abusada.

Pues por un lado la inspiración puede llegar a nuestra vida y cambiarlo todo, pero al mismo tiempo podemos facilmente no darle la apropiada bienvenida a semejante invitado, o exigir su presencia sin nosotros estar dispuestos a actuar de la manera apropiada que invocará su presencia en nuestras vidas.

La inspiración en un punto podría ser un sinónimo de entusiasmo. Un tipo de correcta adrenalina que llega a nosotros para msotrarnos cómo hacer las cosas de la manera apropiada, cómo tonificar nuestra existencia en una dirección que sea por completo saludable para todo el entorno que nos rodea, todo este mágico suceso aconteciendo en simultáneo y armonizándolo todo.

El punto es que muchas veces, y especialmente en relación a la práctica espiritual -donde el factor inspiración es a menudo requerido y solicitado-, este importante aspecto no es apropiadamente entendido, y así podemos cometer un sinfin de errores que nos llevan justamente a lo opuesto, esto es, a la total ausencia de tal añorada inspiración.

La inspiración llega como una invitada sin aviso, quien nos visita sorpresivamente cuando quizás menos lo esperamos, cuando quizás menos la exigimos incluso, quizás justo en aquel momento donde no nos consideremos dignos de recibirla, donde nuestra genuina humildad no nos haga sentirnos naturales propietarios de tamaño logro.

Y el punto es este...muchas veces podemos desanimarnos, quejarnos o incluso abandonar a aquellos que han sido nuestras principales fuentes de inspiración en la vida, bajo el pretexto de "ya no me inspiran (tanto, como antes, etc.)", y en buena cantidad de casos, ese "ya no me inspira" debería traducirse como "ya no me gratifica": ya no me hace disfrutar, ya no me consiente, ya no me dice sólo aquellas cosas que mis oídos condicionados quisieran escuchar, en otras palabras, ya no me engaña como me encantaría que lo hicieran.

Y si nos quejamos, si actuamos de tal manera como demandando, sintiendo que "merecemos estar inspirados", primero deberíamos bajar nuestra cabeza, reconocer nuestra presente situación embotada dentro de lo relativo, y decirnos a nosotros mismos: "Cómo es posible que yo me permita confiarme en mi presente inspiración?" Mas que confiar en nuestra inspiración, deberíamos educar a nuestra inspiración. Esa debería ser nuestra principal ocupación actual, educar a nuestra inspiración hasta tal punto que en lugar de estar confiándonos ciegamente en tal vez instintos más cercanos a una vida animal y egoísta, podamos gradualmente ir introduciendo una verdadera inspiración, y esto es ante todo una verdadera educación.

Y para volvernos realmente educados, debemos practicar la sumisión, y esto debe hacerse frente a alguien. Y ese alguien desde ya estará por encima de nuestras cabezas, y quizás no siempre nos diga o solicite aquello que nos resulte más gratificante para nuestra mente y ego, y solo aquellas almas sinceras podrán pasar este tipo de rigurosa examinación, en donde muchos quizás queden atrapados en el camino, en el filtro de la hipocresía y el engaño, clamando que "ahora han encontrado nueva vida e inspiración", sin mostrar un ápice de agradecimiento al menos por su pasada experiencia, etc.

En resumen: en lugar de reclamar querer ser inspirado, yo debo buscar inspirarme, en lugar de que "me inspiren". Y para llegar a semejante logro, debe haber un profundo sentido y concientización de lo que estamos recibiendo, y lograr ser lo suficientemente agradecidos con ello, y lo suficientemente profundos para darnos cuentas que no tenemos la necesidad de salir corriendo a alguna otra parte, sino simplemente estar más atentos a lo que venimos recibiendo desde hace tiempo...

Cierra tus Ojos y aprende a recibir la verdadera inspiración en tu vida, cueste lo que cueste...

:)