HONESTIDAD VERSUS HIPOCRESÍA

La modalidad de la Era actual, muestra la tendencia a la exposición, el mostrar y el mostrarse, en todos los actos de la vida, aún en las situaciones más íntimas.

La humanidad en general no puede ver o distinguir la tendencia oculta de los sucesos.

Más allá de lo sucedido, lo importante es el significado del suceso.

Imagen y Sonido. La exaltación de lo visual y lo auditivo. De hecho existe una Licenciatura en el tema.

Se ha perdido el resguardo de lo íntimo, lo privado, a tal punto, que ya no se trata de sacar el televisor de los hogares, sino que el solo hecho de circular por la calle lo obliga a uno ha ser espectador obligado de aquello que provoca vergüenza ajena.

Entonces los jóvenes refieren el cambio de Era, del postmodernismo.

Los valores no son nuevos ni viejos, los valores SON. Las costumbres pueden cambiar, pero cuando afecta la naturaleza intrínseca de los valores, están en juego los principios del orden natural. Consecuentemente, cada uno puede hacer cualquier cosa en cualquier momento que resultará hasta festejado.

La transgresión en su sentido más profundo, implica Caos y

Destrucción. Nada está desvinculado del resto, una cosa lleva a la otra. Existen desde la antigüedad, los principios filosóficos milenarios que hablan de“ la correspondencia interna de las cosas”, la pauta oculta que es importante descifrar.

Carl Jung habla de “la sincronicidad de los fenómenos”.

Un día conversando de esto, con unos jóvenes, puse un ejemplo, y dije:-“Existe un orden universal, un principio de todas las cosas que responde a una organización y armonía interna y que

permite el desarrollo de la vida y su continuidad. Imagínense si los planetas dijeran -hoy se me ocurre girar para el otro lado- ó bien el Sol dijera -hoy me apago-….”

Por ello, el hombre cae cada vez más en la Confusión, madre de la Mentira, ambas base de la Hipocresía.

Desde el exilio de Maquiavelo en 1512 hasta la fecha 2010, sigue vigente su obra y sus preceptos. Algunos de ellos:

-Divide y reinarás

-Confunde y someterás.

-Miente, miente que algo queda.

Así el hombre crea su propia trampa, SIENDO SU PROPIA RESPONSABILIDAD NO TENER VOLUNTAD EN SALIR DE LA IGNORANCIA.

La ignorancia, uno de los Venenos del Alma, no significa ser analfabeto, no haber cumplido con una escolaridad básica.

La ignorancia también afecta a gente que tiene muchos conocimientos, no se trata de incorporar enciclopedias, o tener exceso de información, causalmente esto resulta contraproducente, porque puede ser un factor más de confusión.

Se trata de poder elaborar y procesar el verdadero conocimiento de la filosofía de la vida. La esencia del Ser.

Desde el corazón.

La vida ES DIFICIL PARA TODOS, sea cual fuere su condición social o económica, y si bien el bienestar económico alivia muchos males, a la hora de las angustias más profundas, el dinero no puede comprar lo esencial.

Estas pautas tan elementales, son ignoradas por la mayoría de la gente.

Ninguna forma de vida escapa al ciclo de nacimiento, sufrimiento, enfermedad y muerte.

Quien pueda meditar profundamente sobre ello, podrá pensar si ello quiere eternamente en sus existencias o quisiera encontrar la Paz Suprema, para no repetir infinita y prolongadamente los sufrimientos.

Posiblemente en las primeras etapas, de una sucesión de etapas en el camino de la trascendencia, sentirá una profunda tristeza, quizás también melancolía y depresión, hasta llorará desconociendo el verdadero motivo.

Tal es lo que se denomina: ”espíritu en emergencia”.

Es cuando ya se comienza a trascender el plano “ilusorio” y se empieza a vislumbrar la verdadera Realidad.

Ya no vemos con los “ojos” (percepción mental) sino con nuestra visión espiritual. Posiblemente lloremos mucho, al darnos cuenta del encierro en el que nos encontrábamos, y lo que hemos padecido por ello. El daño que nos cometimos y que infringimos a los demás, aún, también todo lo que hemos sido dañados injustamente.

Dice Saint Exupery: “…Es tan misterioso el país de las lágrimas”…

Y también dice:”…Lo esencial es invisible a los ojos…”

Es necesario librarse de las causas y las consecuencias, desarrollar la Compasión y el Amor Verdadero, y empezar por uno mismo.

Ser sinceros con nosotros mismos, salir del auto-engaño.

De nuestro trabajo, irá surgiendo como la flor de loto, símbolo de pureza y transformación de todas las impurezas, una nueva personalidad.

La Suprema Personalidad de Dios.

El Ego florece por doquier:

“Nada le falta para reinar excepto el Reino”.

Christina

27-set-2010-

Imagen de Ilustración: Leo Boher

El reino de este mundo

por Gustavo Lencina

Instantáneas:

Un grupo de pescadores arroja jazmines y claveles al mar para invocar a Iemanjá, en la noche del Brasil más tropical. Un coro de mujeres mayores, vestidas de riguroso negro, rezan el Ave María en canon, con un gesto doliente en sus rostros curtidos, sin dejar de golpearse el pecho, en una pequeña capilla de Andalucía. Beduinos islamicos tienden su pequeña alfombra (al jumbra) para orar en dirección a la Meca, fuera de las murallas de Jerusalém; donde un grupo de judíos ortodoxos se balancea rítmicamente frente al muro de los lamentos. Mis amigos Krishna bailan y cantan en el interior de una cúpula nívea que relumbra bajo el sol, recibiendo directamente sobre sus almas las vibraciones del Señor de los Mil Ojos. En mi pequeño oratorio doméstico quemo un poco de palo santo y rezo el Padre Nuestro y el Credo antes de realizar una meditación profunda con el santo nombre de Krishna como mantra.

Pocas certezas tenemos en este mundo. Se nos ha dado la Vida y la Conciencia de la Vida. Se nos ha brindado un planeta fértil al que no respetamos debidamente, se nos ofrecen cada día todas las oportunidades para modificar y corregir nuestro destino. El momento de la oración es cuando intentamos conectarnos en forma consciente y voluntaria con nuestro supremo Creador. Rezamos, rezamos, y sin embargo...

Dios no ha creado esta realidad ilusoria sólo para desorientarnos y divertirse a nuestra costa. Tampoco para que le demostráramos nuestra fe incondicional descreyendo absolutamente de las cuestiones de este mundo. Nuestro cosmos, nuestro planeta, nuestra identidad, son una escuela. Aquí estamos para demostrar quiénes somos y qué hacemos con nuestra existencia.

Es muy fácil olvidar esto y trasladar nuestras neurósis humanas a los rituales de cada religión. Así los devotos de Iemanjá se entregan a los Orixás para recuperar el amor de alguien que simplemente ha dejado de quererlos. Las ancianas rezadoras de Andalucía se recogen en el dolor y reniegan del placer y la alegría de la existencia, dando por descontado que todos somos pecadores a la espera del purgatorio o el infierno. Los judíos ortodoxos agradecen ser el pueblo elegido mientras esperan la llegada del Mesías para refrendar su privilegio frente al resto del mundo. Los beduinos islámicos no beben, no roban, no se drogan, no dejan que sus mujeres reciban la luz del sol y, en los grados más radicales, están dispuestos a lapidarlas ante una sospecha de adulterio. Alguno de mis amigos Krishna se siente terriblemente culpable por experimentar un lapso de tristeza y confusión y no ser debidamente consciente y agradecido del néctar que el Santísimo derrama sobre él. En mi pequeño oratorio doméstico rezo y medito una hora cada cuatro días como quien paga el mínimo de una especie de cuota sindical que mantiene al día de mi conexión con el Señor.

Y el Señor tal vez nos mira y sonríe con paciencia mientras espera que algún día comprendamos.

La tierra es un planeta rústico y nutritivo. Su corazón es vida y su calor nos abriga, al par que produce una leve, sutil, condensación de gases que permite a nuestros organismos respirar. Hablo simplemente de nuestros cuerpos, frágiles, imperfectos, que Dios mismo diseñó para que transitáramos esta formidable ilusión. Este mundo escuela en que se nos permite perdernos, equivocarnos, corregirnos y elevarnos.

No nos equivoquemos, no pretendamos escondernos en nuestra religión ni tomemos a Dios como rehén. Dios nos ha puesto juntos en este juego y nuestras almas son como chispas que se arremolinan entre sus manos. Este mundo, esta realidad ilusoria, no dejar de ser aquello que llamamos Vida. Su regalo primario, el más sagrado. Y así como el amor a Dios se expresa rezando, el amor a la vida que nos ha dado, se manifiesta viviendo; y aquí es dónde los otros son imprescindibles.

Decíamos que somos chispas desprendidas del mismo fuego. Todos tenemos esa brasa ardiendo dentro. Podemos ser capaces de ascender infinitamente a través de nuestra devoción y concentración, pero el amor que seamos capaces de dar, de la manera más cruda y concreta, sólo podemos demostrarlo sobre nuestro cálido y áspero planeta, con sus animales, sus plantas, sus engaños y sus desengaños. Sus atardeceres idílicos y sus días grises de trabajo. Y sobre todo con los deseos, grandezas y miserias de nuestros semejantes interactuando con los nuestros.

Esta es, a mi escaso entender, la gran misión. Sumergirnos y crecer en nuestra devoción sin perder de vista la pequeña gran tarea de habitar cada instante de nuestro tiempo bajo esta forma humana. Y no perder detalle de esta realidad aparente, no descuidar nuestra casa, mujer, hijos, amigos. El pequeño esfuerzo cotidiano, la comprensión de la necesidad ajena.

Estamos aquí por voluntad de Dios. Y sin duda el Señor sabe que lo amamos. El tema, el antiguo tema, es cómo sabemos amar. Y ese ejercicio, esa preparación para expandirnos en el amor universal sólo podremos llevarlo a cabo en este espacio que soñó para que nos encontremos y aprendamos juntos. El agreste paisaje del reino de este mundo.

Imagen de ilustración: Leo Boher

La Geometría del Sonido

A continuación este más que interesante conjunto de videos, que nos hablan acerca del poder e influencia del sonido en sus diversas manifestaciones...

Todos Uno

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Este mundo no es suficiente

...Y nunca lo será.

Esta muestra que hemos elegido experimentar temporalmente se manifiesta y despliega ante nuestros ojos simplemente para mostrarnos que el capricho no sirve de mucho. De nada en verdad.

Para mostrarnos que el efímero deseo deseo de experimentar la materia y querer ser dueño y señor de nuestro pequeño cielo, en donde nosotros intentamos ridículamente entronarnos como Dioses que nunca seremos. Para todo esto y mucho más existe este mundo.

Y constantemente estamos experimentando esto. A cada respiro sentimos en el fondo de nuestro fondo, que este mundo no es suficiente:

Que todas las propuestas de disfrute, que todas las experiencias de placer, que todas las metas a corto, mediano y largo plazo que proyectamos en este plano, que todas las relaciones que intentamos establecer dentro de las inmediaciones de la materia, etc., no terminan de dejarnos satisfechos, no terminan de brindarnos una experiencia verdaderamente real y verdadera.

Así, debemos entender cuál es el propósito y lección ocultos detrás de este juego, en definitiva.

El haber elegido venir aquí (y no por la fuerza se nos ha obligado) es con el máximo propósito de buscar el otro mundo, desde este mundo.

Con nuestros pies aquí, y nuestra mirada allá.

Entendamos más y más, la ciencia de despertar aquel sentimiento que invitablemente hará levitar a nuestra conciencia hasta la infinita esfera de lo divino.

Delay con aviso...



Durante los próximos 10 días parte del grupo editor de "Suena Verdadero" estará realizando un viaje de exploración interna a las sagradas tierras del Perú, para participar de uno de los festivales místicos más importantes del mundo, en el famoso Eco Truly Park, por lo que pedimos nuestras anticipadas disculpas, si el ritmo de posteos durante ese período de tiempo no se manifiesta con el fluir acostumbrado.

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El ABC de la Humildad

Estos pasados días han representado una intensa visita a uno de los aspectos más fundamentales y a su vez básicos de "La" cualidad: la Humildad.

Y este aspecto revisado y encontrado más y más en estos días, ha sido el hecho de aprender a buscar y reconocer los propios errores, sin por esto desear huir de la situación al verlos, ni tampoco ahogarme en un tumulto de complejos varios que no me permitan trascenderlos.

En muchas ocasiones el ser que aspira a heredar y manifestar las genuinas características de un ser humano, se ve en una disyuntiva casi absoluta frente a esta situación, de excavar en lo profundo y estar dispuestos a todo. Se requiere valentía, y mucha, mucha sinceridad, para salir vivitos y coleando de semejante travesía, a la cual querramos o no, se nos invitará a participar directa o indirectamente, pues resulta inevitable pasar por esta aula en la escuela de la vida, y poder continuar evolucionando con semejante lección bajo el brazo, ya aprendida.

Para abrazar la humildad en su aspecto más elemental (esto es, reconociendo nuestro defectos presentes y no idntificándonos con ellos) debemos estar dispuestos a dejar toda cobardía atrás.

Debemos animarnos a saltar al precipio en donde nadie más que nosotros será responsable de lo que ocurra en nuestra vida: no habrá nadie a quien culpar, no habrá nadie a quien criticar destructivamente, no existirá la chance de que albergue sentimientos de animosidad para con absolutamente ningún ser de la creación.

Y si en todo caso deseo darle alguna aplicación práctica a tales tendencias, pues seré lo suficientemente dama o caballero, para aceptar el reto de hacerme cargo de mi propia existencia, con todo lo que eso implica.

Seré lo suficientemente íntegro e idealista, como para no caer, no ceder en la debilidad que me invita de manera constante a dirigir mi mirada hacia como el mundo entero está haciendo las cosas, y dedicarme a analizarlo y criticarlo según convenga, en lugar de apuntar mi ojo hacia mi propio mundo interno, examinando cómo están las cosas por allí.

Estos días he percibido, qué tan fácil nos resulta una y otra vez olvidar este ABC, y querer saltar a las últimas letras del abecedario, sin haber aún aprendido a hacer correcto uso de las primeras tres siquiera: A, B, C.

La humildad es mucho más valioso y necesario para nuestra nutrición, que lo que quizás consideremos en el momento presente, y no debemos escatimar esfuerzos en descubrir esta verdad salvadora. No debemos cometer el craso error de pensar que existen muchas otras cosas que tengan prioridad frente a esta virtud sublime y excelsa, al cual debe ser entronada en nuestro altar de aspiraciones, como una de las grandes metas a alcanzar.

En gran parte, todo lo que llega a nuestra vida, llega para que entendamos la necesidad de volvernos humildes, de incrementar nuestra humildad. Volverse humilde justamente es eso, no sólo "volverse", sino incrementar aquello que ya he desarrollado hasta cirto punto dentro mío.

Y para embarcarnos en tal travesía, naturalmente se nos presenta la necesidad imperiosa de contar con verdaderos aliados en esta maratón. Aliado en el sentido, de que estoy más que tranquilo que cuento con alguien que en el mismo segundo en que me estoy desviando la más ínfima distancia de mi camino & objetivo, esa persona estará allí, amorosamente señalándome mi falla, y con su propio ejeplo y palabras, animándome a hacer las cosas como debo hacerlas, y no tanto como quizás "quiera" hacerlas en el momento presente.

Que la humildad triunfe por sobre todo, y que ese trofeo que ansioso nos espera, llegue lo antes posible a nuestro sediento corazón.

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