Se agradable o retìrate
Si en nuestra vida no logramos ser agradables, simpàticos, afectuosos, compasivos, etc., automàticamente quedamos elegimos auto-excluirnos del juego de la existencia.
No se nos permitirà permanecer con una actitud diferente a la agradabilidad: sin una sonrisa en nuestro rostro y sobre todo en nuestro corazòn, no seremos capaces de vivir la vida de la forma correcta, no podremos captar aquello que se nos quiere dar por sobre cualquier otra cosa.
El ser agradable no es una postura forzada con la cual buscamos asegurarnos cierta posiciòn o respaldo del entorno, sino que simplemente es la actitud natural para sobrevivir internamente en este y cualquier otro mundo.
El ser agradable desde ya implica muchas cosas, en verdad lo implica todo. Todas las buenas cualidades y virtudes del ser yacen por siempre adheridas al concepto de agradabilidad, y asìmismo al olvidarnos de utilizar nuestra eternamente disponible sonrisa, nos zambullimos sin escalas en un mar de defectos y fallas innecesarias.
Entonces, la prueba es no perder nuestra capacidad de ser agradables incluso en medio de las situaciones aparentemente màs desagradables que puedan llegar a nosotros: si algo de esto ocurre, justamente lo hace con la intenciòn de mostrarnos la necesidad de ser cada dìa màs y màs agradables, màs y màs humildes, tolerantes y pacientes. Todo ello es ser agradable, todo ello nos acerca al mundo real.
Si no deseamos ser agradables en nuestra existencia, ¿què deseamos entonces?
Todos queremos algo agradable, experimentar algo agradable, saborear algo agradable, pero a veces se nos olvida la parte màs importante de la fòrmula: que nosotros somos los primeros que debemos volvernos agradables, si es que queremos que todo lo demàs se vuelva agradable.
Si no aceptamos tal reglamento, nos serà inevitable sentirnos fuera del fluir de las cosas, no sentirnos partìcipes del rol que nos toca jugar en la obra del dìa a dìa.
Colaborar es participar. Participar es aceptar y reconocer lo necesario. Y hacer esto es cambiar nuestra vida para bien, y por ende la de todo aquel que cruce nuestro camino. Y sòlo asì podrà cambiar la conciencia de la humanidad sobre la faz de la Tierra, quien tan necesitada està de un golpe de gracia de parte de cada uno de sus habitantes...
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