6.5.10

Cómo los defectos de los demás se convierten en virtudes al lado de los nuestros?





No es un bocadillo fácil de tragar, pero , bien masticado , nos redituará enormes beneficios.

Tomando como punto de partida la premisa de que no sabemos o no vemos gran parte de nosotros mismos, hecho fácilmente comprobable cuando ante una situación inesperada actuamos de manera tal que nunca nos hubiéramos imaginado, pues bien, esto es sólo la punta del iceberg y como una de las causas por las que estamos en este mundo es conocernos profundamente hasta alcanzar nuestro orígen y nuestra función; el sistema energético perfecto en el que vivimos está diseñado para mostrarnos todo lo que no podemos o no queremos ver.

Nos encontramos con personas que nos cuentan con asombro que siempre tienen el mismo tortuoso problema , así cambien de trabajo, de casa , de ciudad o de país; esto sucede porque la necesidad de aprender “esa” lección la llevamos con nosotros a donde vayamos y si uno no es sincero y se pregunta qué tengo que ver yo en esta situación , qué puedo modificar en mi vida para que esto cambie? El “problema “ seguirá repitiéndose indefinidamente.

De la misma manera, tenemos una gran facilidad para observar los defectos ajenos, aún involuntariamente, saltan a la vista! Esta es otra amorosa forma de ayudarnos a ver lo que necesitamos trabajar en nuestra persona y nuevamente es la interrogación profunda la herramienta adecuada… Hay que probarlo con sinceridad y con constancia: cada vez que vemos algo “malo” allá afuera, preguntémonos qué hay de ello dentro de nosotros; si logramos trasponer las barreras del ego y de la mente que nos aseguran que el orígen de todos los males que nos aquejan se encuentra fuera de nuestra persona (y de esa manera nos quita la posibilidad de erradicarlos y mejorar nuestra vida) lograremos ver transformados los defectos ajenos en virtudes de las que aprender y agradecer!

Como un papá o una mamá amorosos no claudican en la educación de su hijo, son constantes en forjarle buenos hábitos y se ocupan de proveerle todo lo necesario para su crecimiento; igual y muy afortunadamente , nos encontramos en las manos protectoras de un Padre que vela por nuestra evolución con el único deseo de que nos acerquemos a Él, seamos concientes o no de ello.
Nora García

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