31.12.11


Año nuevo, vida nueva...?





Pues más allá que de acuerdo a mi tradición espiritual en particular el "Año nuevo" no cae en esta fecha, intento ponerme en los zapatos de la mayoría que sí lo consideran así, y en fin, en relación a este término ("Año nuevo, vida nueva") en un sentido así debería ser, pero por favor no tomemos el factor tiempo como la única razón o factor que pueda generar este cambio, sin nosotros tener que hacer el más mínimo esfuerzo por invocarlo.

La "vida nueva" llega a nosotros de una manera un tanto más elaborada que por el simple hecho de tirar el calendario y agenda 2011 a la basura, reemplazarlo por uno nuevo y actualizado y hacer sonar algo de pirotecnia, y en base a esto desarrollar un amplio caudal de esperanzas en obtener un resultado extraordinario para el año que llega, pero sin nosotros estar dispuestos a hacer algo extraordinario...

Si quieres algo extraordinario en este "nuevo" año (que sólo será nuevo si de hecho realizas algo extraordinario), tienes que estar dispuesto a hacer algo extraordinario. Y en pocas palabras, hacer algo extraordinario implica algún tipo de cambio en la forma en la que hasta el momento estamos eligiendo vivir nuestra vida.

Este cambio en particular que practicamente todos anhelan en este día específico (pero que en verdad debería ser mantenido a cada segundo, cada respiro idealmente) sólo llegará realmente a nosotros como dije, no sólo por alzar la copa a la hora del brindis un poco más alto de lo que lo hice el año anterior, o incorporar un nivel de invasión etílica (en términos más contemporáneos: emborracharme) inédito hasta el momento, ni por intentar evadir el pasado o tratar de hacer mentalmente algún ajuste en donde nos proponemos que "esta vez todo sí será diferente y mejor (no sé cómo, pero tengo fe en ello), etc.".

Ninguna de estas actitudes de kindergarden nos ayudarán a hacer de este año un "Año nuevo" en el estricto sentido del término, sino que lo único que ocurrirá será lo mismo que quizás año tras año viene aconteciendo: terminaré frustrado el 31 de diciembre del 2012 y desesperadamente tratando de generar nuevas proyecciones para un 2013 que será nuevamente un deja vu del año anterior, si es que no estamos verdaderamente dispuestos, preparados, abiertos a un verdadero cambio...

¿Y cuál es ese verdadero cambio?

Pues esa pregunta implica mucas posibles respuestas, dependiendo de cada uno de nosotros y nuestras respectivas necesidades, pero en un sentido general entendamos que todo cambio real siempre es y debe ser interno: si deseamos generar un cambio en nuestra existencia sólo mediante ajustes externos, ocupaciones externas, cambios externos, pero sin nunca prestar atención a lo que está ocurriendo allí dentro nuestro, jamás en la vida seremos capaces de sentir un cambio. Una cosa es hacer un (supuesto) cambio, otra es sentirlo. Y claro, podemos sentir el cambio por algunos momentos, pero lo que nuestro ser realmente anhela es poder vivir permanentemente en ese nuevo cambio que suele aparecer fugazmente, por lo que debemos tomarnos un buen tiempo para reflexionar, profundizar y preguntarnos con valentía y madurez, qué cambio/s debe/n acontecer dentro mío para hacer de mi vida algo mejor no sólo para mí, sino para todos los que me rodean.

Para esto es sumamente vital e importante, contar con la guía y asesoría de maestros en el tema, de seres con experiencia y visión, que puedan detectar facilmente todas aquellas cosas que aún no logramos percibir en nosotros mismos, personas que posean el ojo para captar el mundo interior, y que con su capacidad extraigan esa realidad y la pongan frente a nuestros ojos, para luego de así detectarla, comenzar a trabajar como a todos nos toca hacerlo.

Este proceso, brevemente descrito a través de estas palabras, constituye la base para una real educación y aprendizaje, y para lograr mantenernos constantemente en esta frecuencia de cambio que el mundo todo posee, y no quedar deportados de esta dinámica todopenetrante que en sí constituye parte de la esencia de la vida misma.

Tómense este desafío, al menos a modo de experimento: traten de comenzar este año ante todo, comenzando a enumerar una por una todas aquellas cosas que me hacen desear que este año no sea como el anterior. En otras palabras, anoten en una lista todo aquello que "no les gustó" del año anterior, pero sepan que si todo eso no me gustó, no es precisamente proque todo ello fue malo, sino porque no tuve la actitud apropiada para valorar el regalo allí presente. Así que luego de tener semejante lista, busquen y acérquense a un guía como los ya mencionados, entreguen esta lista y pídanle que les ayude a ver la bendición, la enseñanza, detrás de la aparente maldición y problema, y una vez que logran apreciar eso, el resultado será que ustedes tendrán que volverse responsables de no haber quizás tenido la visión correcta frente a esas situaciones, y tengan bien presente que este nuevo año volverán a aparecer esas mismas situaciones, pero para que nosotros actuemos de manera diferente al año anterior.

Un año nuevo no es un año donde las cosas ocurren externamente de manera diferente al anterior, sino que un año nuevo es un año en donde las cosas quizás externamente se repitan casi de forma idéntica (y de hecho así tiene que ser, para uno finalmente aprender la lección que quedó pendiente del año anterior), pero en donde yo internamente tomaré otra postura, que ya no me hará sentir esa situación como algo repetido o negativo en sentido alguno.

Por lo que espero que en este sentido, todos podamos experimentar un verdadero año nuevo, y como dije, recordemos que este proceso de renovación no debe realizarse tan sólo el 31 de diciembre sino idealmente cada santo día de nuestra vida, pero en fin, empezemos por un día al año, pero tengamos bien presente que cuando exitosamente logremos hacerlo, internamente una sed cada vez más grande irá surgiendo, la cual nos hará sentir la necesidad de cada vez más asiduamente generar este cambio en nosotros, y este tipo de cambios implica cada vez más darle la bienvenida a todo lo favorable, a todo lo realmente necesario.

Recién ahora me atrevo a decir, feliz año nuevo...

:)

22.12.11



Meditación Navideña






Nos aproximamos a una fecha muy significativa para la mayoría de las personas en este mundo, la Navidad.
Momento de encuentros, de alegrías, de regalos, de tantos sentimientos que quizás no suelen manifestarse en otros momentos del año.

Y en un punto sentimos que esto es de lo más correcto, sentimos que estos días representan u alivio a todo lo que pasó y está por pasar, pero quizás olvidamos preguntarnos si no es posible recrear ese ambiente festivo, a lo largo de todo el año y vida que nos acompañan...

Para lograr esto desde ya, nos veremos obligados a aproximarnos a este tipo de fiestas con una conciencia mucho más amplia de la que "nos permite sólo pasarla bien unos días", y apreciar el significado de este tipo de eventos en un sentido más abarcativo, de una manera que nos permita extender el espíritu del mismo a cada instante de nuestras vidas.

Así, nos vemos obligados a profundizar hasta el punto de llegar a dar realmente con el verdadero significado y propósito "oculto" detrás de estas aparentes fiestas que para la mayoría no pasan de ser una serie de encuentros familiares y con seres queridos, y un intercambio de presentes, y "...ojalá que pronto sea Navidad de nuevo"...

La Navidad implica el celebrar el advenimiento de un alma pura e iluminada, que desciende desde el plano espiritual con el exclusivo propósito de diseminar entre nosotros un mensaje de amor espiritual, y luego de cumplir con su misión específica, retorna a su hogar eterno junto al Ser Supremo.

Siguiendo esta línea básica pero fundamental, continuamos recalcando que la mejor manera de recordar y celebrar a alguien que "ya no está", es justamente recordarlo a él/ella y a su vida e instrucciones, y no precisamente organizar toda una serie de eventos que puedan ir 100% en la dirección opuesta de lo que está persona a la que deseamos recordar nos entregó.

Podemos llegar tranquilmanete a semejante proporción de desviación en nuestros "festejos": juntarnos para celebrar no tanto "algo", sino "a alguien", cuyo mensaje fue basado en el amor, la compasión, el perdón, la conexión con lo divino, etc., pero a la hora de plasmarlo en la práctica, ponemos como centro de mesa toda una serie de preparaciones basadas en la violencia hacia los animales, intoxicamos nuestro cuerpo con alcohol y otras sustancias, nos dedicamos a hablar de temas no precisamente muy espirituales que digamos, y la reunión culmina con Papá Noel en el centro del altar, en lugar de aquel a quien supuestamente estuvimos recordando y glorificando toda la noche.

Así, intentemos replantearnos el significado de las cosas que estamos haciendo, pues si pasamos a vivir nuestra vida haciendo cosas que extarnamente no coinciden con su propósito interno, en un sentido comenzamos a volvernos un peligro público.

Y no exagero. Alguien que hace algo sin saber por qué lo hace, o peor aún, creyendo que sabe por qué lo hace pero que se encuentra completamente desviado del propósito original de eso, representa a una entidad cuyo criterio ha sido eficientemente distorsionado por quién sabe qué medios de comunicación, autoengaños propios y demás artefactos de ocasión.

Como conclusión entonces, tratemos de realmente festejar la Navidad: intentemos, pese a correr el riesgo de ser los aguafiestas de la reunión familiar :), de contagiar a los demás el verdadero "espíritu navideño", un espíritu plagado de dadivosidad, en donde en lugar de pensar en recibir deseamos dar, pero no dar elementos materiales, sino dar aquello que Cristo y todos los grandes maestros han dado y siguen dando, un mensaje y ejemplo de cómo amoldar nuestra vida acorde a la voluntad del Supremo.
En la medida en que podamos asimilar y compartir estos valisos conceptos, podremos decir estrictamente que estamos celebrando la Navidad.

A celebrar nomás se ha dicho entonces...

:)

Tomado de: www.suenaverdadero.blogspot.com/search?updated-min=2010-01-01T00:00:00-08:00&updated-max=2011-01-01T00:00:00-08:00&max-results=50

15.12.11


Navidad sin crueldad

El día de hoy deseamos acompañar el lanzamiento oficial de la campaña "Navidad sin crueldad", la cual es organizada alrededor del mundo por los miembros de la Revolución de la Cuchara, quienes con sus palabras y ejemplo intentan hacernos tomar conciencia acerca de la importancia de llevar una vida sin explotación ni violencia, en este caso principalmente hacia nuestros hermanos los animales, pero desde ya incluyendo a la madre Tierra y a todo ser que habita en ella...

Invitamos a todos a sumarse a esta interesante campaña, dándola a conocer a la mayor cantidad de seres posibles, y así ayudando para que el mundo sea un lugar cada vez más digno de ser habitado por todos.




8.12.11


El Arte de la Crítica



"Nunca, jamás te intentes alimentar de la crítica hacia otros.

No llegues a la triste conclusión de que por meditar en los defectos de los demás, conseguirás algo importante en tu vida.

Oremos por jamás caer víctimas de semejante engaño, y oremos por aquellos que todavía consideran que conseguirán algo por actuar de esa manera."


Pues ante todo, cuando en la frase me refiero a no criticar, con esto no estoy aborreciendo el acto de la crítica en un sentido absoluto, sino exclusivamente refiriéndome a la crítica que no va más allá de la crítica, a la crítica que nunca se tranforma en algo superior, en otras palabras, me refería sólo a la crítica no-constructiva.

Pues todo otro tipo de crítica que culmina en iluminación, afecto, protección, etc. no considero que merezca ser llamada como tal, sino más bien todo lo opuesto: una crítica constructiva es una de las más extraordinarias y necesarias muestras de afecto que el ser humano necesita en los tiempos actuales, debido a que por un lado existe una tremenda demanda de corrección, pero a su vez se requiere que personas cualificadas (esto es, que quieran lo mejor para mí y que SEPAN que es lo mejor para mí) puedan estar allí presentes para evocar el verdadero espíritu de la crítica constructiva, la crítica que construye, que llega para erigir un nuevo monumento en nuestro corazón, una nueva virtud que se descubre, un nuevo anartha que se disipa para dar lugar a verdaderas realizaciones.

En relación a su consulta puntual, pues yo en mi frase justamente aclaré en qué contexto uno debería relacionarse con una visión crítica hacia otros: sin “alimentarse” de ello, sin “meditar” en ello como la meta en sí, sino viendo al acto de la crítica como un medio que nos ayude a llegar a algo por encima de esedefecto que estamos criticando.

Y desde ya, antes de permitirnos dirigir nuestra mirada crítica hacia algo o alguien fuera de nosotros, primero deberíamos realizar un profunda y esclarecedor análisis a nuestra ropia situación, cuestionar nuestra propia postura actual contradictoria, no sólo haciendo esto nosotros con nosotros mismo, sino también acercándonos humildemente a personas con mayor visión que la nuestra, y pidiendo a ellos que por favor sean tan misericordiosos de mostrarnos aquellas cosas que debemos cambiar en nosotros, pero que debido a nuestro propio condicionamiento no podemos verlas, o no deseamos reconocerlas como algo negativo. Luego de haber pasado por semejante escuela, estaremos más protegidos a la hora de dirigir nuestra mirada fuera de nosotros, y que lo que veamos sea medianamente objetivo. Desde ya, uno al atreverse a criticar a otros, debe hacerlo primeramente teniendo muy presente el criterio que guru, sastra y sadhu nos regalan, pues sino estaremos arriesgándonos a terminar viendo o analizando una situación a través de nuestros sentidos y mente limitados, basandonos en intereses relativos y egoistas, proyectando nuestros propios defectos en otros, y así muchas otras posibles situaciones de riesgo clásicas que se manifiestan a la hora de “criticar”...

Así, podemos concluir que no cualquiera puede criticar exitosamente, y que para alguien hacer esto, él/ella debe haber primero atravesado con éxito todas estas etapas mencionadas anteriormente, estricto con uno mismo y misericordioso con los demás.

Sólo allí podremos evitar caer en ofensas a la hora de hacer nuestro aporte al mundo, pues al mismo tiempo no podemos evitar tener opiniones sobre las cosas y las personas, entonces nuestra mayor atención debe ir dirigida a como perfeccionar ese mecanismo dentro nuestro, para así siempre poder sumar a la causa, en lugar de crear ansiedad, confusión y dudas.

Desde ya hay muchísimo más que podemos decir sobre esta temática, pero en fin, considero que por hoy es suficiente para digerir, al menos para mí... :)


1.12.11


Into Great Silence

Un muy bello documental sobre la vida monástica y la intrsopección:

21.11.11

La caverna


11.11.11


11.
11.
11


En el dia de la fecha miles de personas se encuentran llenas de renovadas esperanzas, emocionadas frente a la chance de un auspicioso perìodo de renovaciòn: 11/ 11/ 11


Muchas almas se precipitan a diferentes sitios de peregrinaje, o intentan realizar sus diversos negocios, compromisos, planes y demàs actividades en esta fecha aùnica cada 100 años...


Algunos dicen que hoy, 11/11/11, se abre un "portal", una entrada particular de energìa que se presenta de manera màs que generosa para bendecirnos a todos, y que debemos estar bien enfocados para aprovechar semejante oportunidad.


No es que en mi caso no crea que todo esto pueda ser asì y màs, sino que màs bien prefiero pensar (y sentir) còmo cada dìa, minuto y segundo que se nos va presentando constituye una chance ùnica para la elevaciòn de nuestra conciencia, y que no sòlo debemos concentrar nuestras esperanzas y esfuerzos una vez cada 10 o 100 años, y el resto de nuestras jornadas dedicarnos a la suprema distracciòn.


Estoy completamente seguro que si alguien tiene un firme deseo de alcanzar la trascendencia, la verdad, de encontrar verdaderas revelaciones en su corazòn ahora mismo, esa persona no tiene que esperar a cierto dìa en particular, a determinada alineaciòn cosmològica que propicie buenos augurios para obtener su preciada meta, sino que simplemente debe preocuparse y ocuparse en hacer lo que tiene que hacer, y en dejar de hacer lo que no tiene que hacer para asì finalmente lograr obtener el tesoro de su existencia.


Asì, intentemos en un dìa como hoy desde ya tambièn concentrarnos para descubrir los verdaderos valores de la vida, pero no olvidemos que siempre se nos està haciendo esa ùnica invitaciòn, y ninguna otra, por màs que parezca que hay muchas otras delante de nosotros...


1.11.11


Se agradable o retìrate


Si en nuestra vida no logramos ser agradables, simpàticos, afectuosos, compasivos, etc., automàticamente quedamos elegimos auto-excluirnos del juego de la existencia.

No se nos permitirà permanecer con una actitud diferente a la agradabilidad: sin una sonrisa en nuestro rostro y sobre todo en nuestro corazòn, no seremos capaces de vivir la vida de la forma correcta, no podremos captar aquello que se nos quiere dar por sobre cualquier otra cosa.

El ser agradable no es una postura forzada con la cual buscamos asegurarnos cierta posiciòn o respaldo del entorno, sino que simplemente es la actitud natural para sobrevivir internamente en este y cualquier otro mundo.

El ser agradable desde ya implica muchas cosas, en verdad lo implica todo. Todas las buenas cualidades y virtudes del ser yacen por siempre adheridas al concepto de agradabilidad, y asìmismo al olvidarnos de utilizar nuestra eternamente disponible sonrisa, nos zambullimos sin escalas en un mar de defectos y fallas innecesarias.

Entonces, la prueba es no perder nuestra capacidad de ser agradables incluso en medio de las situaciones aparentemente màs desagradables que puedan llegar a nosotros: si algo de esto ocurre, justamente lo hace con la intenciòn de mostrarnos la necesidad de ser cada dìa màs y màs agradables, màs y màs humildes, tolerantes y pacientes. Todo ello es ser agradable, todo ello nos acerca al mundo real.

Si no deseamos ser agradables en nuestra existencia, ¿què deseamos entonces?

Todos queremos algo agradable, experimentar algo agradable, saborear algo agradable, pero a veces se nos olvida la parte màs importante de la fòrmula: que nosotros somos los primeros que debemos volvernos agradables, si es que queremos que todo lo demàs se vuelva agradable.

Si no aceptamos tal reglamento, nos serà inevitable sentirnos fuera del fluir de las cosas, no sentirnos partìcipes del rol que nos toca jugar en la obra del dìa a dìa.

Colaborar es participar. Participar es aceptar y reconocer lo necesario. Y hacer esto es cambiar nuestra vida para bien, y por ende la de todo aquel que cruce nuestro camino. Y sòlo asì podrà cambiar la conciencia de la humanidad sobre la faz de la Tierra, quien tan necesitada està de un golpe de gracia de parte de cada uno de sus habitantes...

21.10.11


No more suicide...


Este es uno de los tantos ejemplos, que en esencia nos intentan llamar la atención acerca de la importancia de recibir una verdadera educación.
No es que se esté ciegamente en contra de la televisión y a favor de los libros, pues en un programa de TV puedo recibir mucha información constructiva, y en un libro X puedo no recibir nada verdaderamente favorable.

Aquí estamos hablando de contenido, más allá del envase en el cual el mismo se presente.

Y desde ya estamos en contra de todo tipo de suicidio, y uno de las más prominentes y peligrosas formas de elegir acabar con la vida de uno, no es solamente saltando de un rascacielos, tomando la cicuta o prendiendo la televisión, sino eligiendo incorporar en nuestro ser información sin contenido real. Suicidio significa perder la vida, perder el tiempo, la energía, etc. en cosas, hábitos, ideas que no poseen un contenido verdadero, que no nos terminen dirigiendo en la dirección de nuestro interés real, de la verdadera riqueza que el alma se encuentra buscando de forma permanente.

Una vida sin contenido es una vida suicida. En verdad, una vida sin verdadera substancia, no ha comenzado a ser vida aún. La vida comienza cuando un real significado es depositado y dado a ella, y para que esto acontezca es muy importante qué tipo de mensajes nos encontramos incorporando en nuestro día a día, pues de eso dependerá el destno que alcanzemos, ya que estaremos utilizando esa información como guía para movernos en este mundo y terminar así cosechando la siembra que hayamos realizado en el pasado.

Y teniendo en cuenta la presencia abismal de información vacía y sin sentido que se nos presenta hoy en día en nuestro camino a través de un bombardeo mediático que ha sido psicológicamente desarrollado para que lo último que hagamos es darle un real propósito a todo, es más que necesario tomarnos todo el tiempo que sea necesario para replantearnos la forma en que estamos eligiendo ser educados, y la forma en que estamos eligiendo que otros sean educados, o más que educados diría yo en los casos generales maleducados, deformados en lugar de formados, degradados en lugar de purificados.

Necesitamos urgentemente tomar conciencia de estos hechos y generar un cambio radical al respecto, emepzando por aquello que quizás nos resulte más difícil: aplicar todas estas cosas a nosotros mismos, y sólo recién allí pensar en cómo compartir estos dieales co el mundo que nos rodea.

Pero semejante tarea es la única loable en tiempos de tanta necesidad, por lo que afortunadamente no tenemos otra salida que embarcarnos en tal travesía, y nos llevaremos la agradable sorpresa de ver cómo nuestra vida toma cada vez más y más sentido, y los reales propósitos de la existencia (alcanzar toda una serie de inestimables metas y logros internos, jamás externos) se van cumpliendo uno tras otro.

14.10.11


Paradojas del día a día


Desde ya no tengo nada en contra de Steve Jobs, pues no conozco en detalle su persona, y de hecho lo poco que he conocido, me parece una persona que con sus palabras y ejemplo ha dejado más que interesantes enseñanzas para muchos, pero más allá de ello, el punto es ir a la idea de esta imagen que hoy encontré en Facebook, y me pareció importante poder compartirla, a modo de reflexión colectiva...

Para los hispano parlantes, aquí se menciona que una persona muere, y 100 millones lloran (por esa persona), y por otro lado 1 millón muere (en relación a personas que mueren de hambre y demás miserias) y nadie llora. Y como conclusión, se dice: la sociedad en la que vivimos está realmente patas para arriba.

Considero por esta vez no gregar muchas más palabras, y que mas bien ese tiempo y ese espacio pueda ser llenado por nosotros mismos, en profunda reflexión sobre qué podemos hacer para cambiar nosotros mismos, y así cambiar la sociedad en la que vivimos cada día un poco más.


6.10.11


¿Por qué tanto insulto?


En los tiempos actuales, y cada vez más actuales, podemos notar -analizando los tiempos no tan actuales- un sistemático deterioro en la manera en que nos comunicamos los unos a los otros.
No sólo se percibe fácilmente este cambio en la manera en qué decimos las cosas (todo un factor determinante en las relaciones) sino incluso en las palabras que escogemos para dirigirnos a los demás. Y este es el tema que hoy deseamos exponer y analizar brevemente...

Y sobre todo, analizarlo en el contexto de la utilización de lo que comúnmente se llama "malas palabras" o insultos, los cuales en su momento eran terminologías que no todas las personas las utilizaban, y aquellos que así lo hacían, las empleaban no en cualquier ocasión, sino para expresar o señalar algo en particular, muy específico, siendo de todas formas mal vistos por la mayoría de la sociedad, al expresarse de tal manera.

El punto en cuestión es que podemos apreciar cómo esta ley ha cambiado, esta tendencia ha pasado de moda, y el uso de insultos ha pasado de ser una excepción a la regla, para volverse una regla en sí, y de esta manera desplazar al diálogo educado que no hace uso de tales expresiones, a la posición de excepción del stándard predominante actual.

Este punto es algo netamente alarmante, que nos muestra de forma cruda una profunda degradación en el ser humano, el cual se ve manifiesto en diversos síntomas, entre ellos la manera en que nos dirijimos a los demás, todo un aspecto fundamental de nuestra existencia cotidiana. Pues si hay algo común y cotinuo para todos, es el hecho de que practicamente el 100% de las personas (aunque a su vez grandes niveles de aislamiento y alienación van estableciéndose más y más como peligrosos stándares que ya dejan de ser también una excepción a la regla) nos relacionamos con otras personas e intercambiamos diálogos, palabras con todos ellos...

Pero la triste situación es que es practicamente mal visto, si al finalizar una oración uno no pronuncia alguna grosería para coronar el intercambio, y así no ser visto como un bicho raro.
La violencia comunicacional se encuentra tan implícitamente situada y depositada en cada uno de nuestros momentos, que desde ya esto genera como reacción obvia e inmediata, un nivel de agresión y tensión en cada respiro de todo aquel que elije formar parte de este tipo de idioma.

Así, es todo importante el replantearnos cada uno de estos puntos, sistemáticamente:

¿Qué palabras estoy utilizando para dirigirme a otros?
¿Con qué energía estoy cargando a cada una de mis expresiones en relación a los demás?
¿Qué consecuencias esto genera en mi vida?
¿Qué estoy haciendo para poner fin a tales consecuencias?

Y así sucesivamente....

Es tiempo de reflexión, de replantearnos desde cero cómo nos estamos manejando en nuestra vida, y de ser necesario, hacer los ajustes que se requieran para devolver la añorada armonía a este mundo, y cada uno de los seres que allí habitan.


20.9.11


Let it flow...




Aquí sentándome sin una idea específica sobre la cual hablar en el día de la fecha, pero con una firme convicción y recientes experiencias que no dejan de mostrarle a uno cuán vulnerable podemos volvernos, si tan sólo "aflojamos" en nuestra determinación por un instante siquiera...

No es necesario tocar fondo y tener que ser un habitante oficial de los infiernos nuevamente para corroborar eso, sino que una simple muestra es suficiente.


El recibir una abrumadora visión del abismo que siempre está esperando alcanza y sobra para renovar nuestro entusiasmo y re-afirmar nuestros valores, hacer que nuestras metas y convicciones se vuelvan cada día más reales. El trabajar esto en el día a día es lo que verdadera y únicamente nos termina acercando a aquello que termina por darle sentido a nuestra existencia.


Cualquier otra cosa, por más imprescindible que parezca, deberá ser descartada en el acto, si no queremos experimentar todo un tortuoso proceso en donde al enseñanza terminará llegando de todas formas, pero nosotros terminaremos aprendiendo con varias heridas de guerra nuevas.


Que todo lo que nos acontece cumpla el exclusivo propósito de iluminarnos, de volvernos más sabios. Que nuestra inteligencia aumente con cada instante, y que la verdadera experiencia de vida se establezca más y más firmemente en nuestros corazones. Que las palabras (que generalmente dicen poco y nada, al no verse acompañadas de un ejemplo apropiado) puedan ser simples pero reales, y que nuestra sinceridad sea tal, que nunca nos cansemos de oir aquello que tiene por objetivo elevar nuestro stándard de vida.


Que jamás perdamos de vista el verdadero propósito de todo, el cual es acercarnos constantemente a un eterno progreso interno, a un inacabable descubrimiento de los miles de tesoros expertamente depositados en lo más recóndito de nuestro ser.


Que todo aquello nuevo que haya despertado en nosotros, no se convierta en un factor esclavizante que nos termine catapultando hacia la pereza, sino que justamente nos permita contemplar la constante invitación que se nos hace desde arriba, a mejorar, a purificarnos, a despertar en niveles y grados hasta hoy quizás inéditos y desconocidos, pero no por ello despreciables.


Aprendamos a cuidar lo realmente valioso, y a negligenciar con todo respeto aquello digno de ser desechado en tiempo récord.


Y nunca, nunca pero nunca olvidemos que aquello y Aquel que nos está esperando del otro lado de este muro invisible que aún nos mantiene un tanto en cautiverio, es mucho más grande, hermoso y sorprendente de lo que nuestra imaginación pueda concebir jamás, y basados en este último punto, desarrollemos un ferviente entusiasmo por correr cada vez a mayor velocidad en esa dirección única.


Que cada vida, año, día e instante se siga convirtiendo en una contemplación sagrada que nos inunde de gracia y sabiduría, sin descanso por favor...



9.9.11


La realidad es tremendamente zigzagueante...



Así como la imagen lo ilustra, asímismo se mueve la realidad, la vida, la verdad, todo.

Y aquel que no desee participar en tal ritmo, se sentirá automáticamente excluído del fluir de la existencia, se auto-hará a un lado, y elegirá participar de la vida muerta, de la no-vida, tan sólo una maqueta, una immitación de la verdadera intensidad que nos espera.

Vivir significa aceptar las reglas del juego. Aceptar el estilo de aquel que nos ha invitado a este juego. Y si hay algo que debemos tener en claro por sobre todas las cosas es justamente esto: las cosas se mueven de manera zigzagueante e impredecible...

Ocurre esto para sumergirnos a nosotros constantemente en un nuevo mundo, en una realidad llena de sorpresas a cada instante, y para dejarnos en claro que la vida no es para prejuzgar, preconcebir, intentar anticiparlo todo y entenderlo todo, encerrar lo que acontece en el pobre puño de nuestras capacidades cognisitivas.

La realidad es por y para sí misma, como diría Hegel.
Así, ella elije cuándo hacer qué cosa, co quién y con qué propósito. Todos los derechos reservados, sin que nadie pueda irrumpir y obstaculizar su dulce voluntad. Sí, dulce, siempre dulce, que eso quede más que claro...

Así, se nos recomienda, frente a semejante perspectiva inconmensurable pero suprema, mostrar de nuestra parte toda una predisposición ejemplar ante lo que nos espera, ante todo aquello que se acerca a nuestra puerta a cada día, a cada minuto, a cada segundo, invitándonos a un nuevo capítulo de este juego.

Constante adaptación, constante transformación, constante purificación, constante, constante, constante...eso es vida, eso es ejercitar el corazón, que como un buen amigo dijo, el corazón es un músculo, y todo músculo crece al ejercitarlo, y/o se atrofia al no hacerlo.

Por ende, la misma dinámica de todo lo que llega a nosotros lo hace de tal manera, que no hace sino exigirnos esta eterna asimilación, sin detenernos un instante a dejar de bailar, a dejar de seguir su encantador llamado...

Participas?



29.8.11



El temor a lo desconocido...



Más allá de la clásica escena en donde el niño no desea adentrarse a un cuarto oscuro por padecer "miedo a la oscuridad" (cuando todos sabemos que si ese niño estaría familiarizado con la ausencia de luz, ese temor quedaría evaporado en el acto), el día de la fecha deseamos encarar este punto desde otro ángulo, un tanto más sutil si se quiere.

Más allá de la aplicación microcósmica (individual) de este principio, echémos un vistazo a cómo a nivel macrocósmico (social) esta falacia se encuentra casi omnipresente en la vida de todo terrícola que se digne de serlo...

El temor a lo desconocido es la premisa pre-establecida que nunca deja de sonar como soundtrack oficial de nuestro sistema de consumo moderno.

No sólo el temor a lo desconocido, sino el lograr generar un mecanismo automatizado de inmediato rechazo y prejuicio ante todo aquello que no encastre a la perfección con los parámetros entregados por este viciado sistema.

El lograr inculcar en nosotros toda una amplia gama de falsos valores adquiridos traumáticamente y que al encontrarnos con semejantes "emociones" dentro nuestro, nos identifiquemos plena y snetimentalmente con ellas, considerándolas nuestras más valiosas posesiones por atesorar, es uno de los principales blancos a los que apunta el mensaje subliminal (y no tanto) que no dejamos de recibir de labios del mundo externo.

Si nos atrevemos a tomarnos cinco minutos libres para un profundo análisis de las cosas, veremos por doquier esta constante: ante lo diferente me espanto, lo "no-stándard" es raro, poco común, no-masivo y por ende, le adjudico en mi mente características negativas en un sentido casi absoluto.

Y el "pequeño" detalle es que quizás esa situación/persona/temática/apariencia/etc. que me resultaba antinatural, con la cual no estaba familiarizada y "dado-que-la-mayor-parte-del- mundo-no-parece-caminar-en-esa-dirección-por-lo-que-yo-tampoco-lo-haré", quizás era justamente la puerta de salida hacia la verdadera salvación, quizás ese momento que para mi visión poco desarrollada no valía mucho, era puntualmente la invitación más oficial de toda mi vida a encontrarme con la verdadera felicidad, con todo lo que aún sigo buscando desesperadamente sin encontrarlo...

La raíz de todo este engaño de dimensiones titánicas radica en el ya famoso ego falso.
Se busca (des) nutrir, (des) alimentar un cierto sentido del "yo" que no corresponde en verdad con aquello que siempre fuimos, somos y seremos, y en lugar de esto se intenta dar importancia y magnitud a un sentido del "yo" que sólo podemos ser por unos breves instantes, lo cual de por sí implica que nunca fuimos ni terminaremos siendo eso que estamos intentando ser, esa máscara que estamos intentando sostener día tras día, pero que con el paso del tiempo nos va abandonando sin importar qué tan experto sea nuestro pataleo...

Vivir en este mundo material significa vivir en esta sociedad de consumo, en mayor o menor medida. Vivir en esta sociedad de consumo significa vivir posando y probándonos este tipo de máscaras una tras otra, en mayor o menor medida.

En resumen, abandonar el plano del engaño implica abandonar el ego falso. Y sólo podremos abandonar nuestro ego falso en la medida que descubramos, que nos encontremos dentro de nosotros mismos, con nosotros mismos, ets es, con nuestro ego verdadero, con nuestra verdadera personalidad, identidad, tendencia, necesidad y búsqueda innata: el amor real, expresado a través del servicio, del dar, pero hacer todo esto en la dirección justa y apropiada, y no simplemente desperdiciar nuestro valioso tiempo y energía en la materia muerta de un plano inerte, sino saber invertir inteligentemente todo nuestro capital en el mundo de los vivos, de la antimateria, el hogar.

20.8.11


No dejes de ajustar tu lente interno...



Si de algo no nos cansamos o al menos estamos intentando no cansarnos, es de repetir y de escuchar este tipo de conceptos una y otra vez, día tras día ad infinitum...

El ajuste interno es eterno. Interno y eterno.

Constantemente la dinámica de la vida nos lleva por más que no queramos, a ejercer un ajuste a cada respiro, a desarrollar una capacidad de adaptación cada vez más flexible, más fina, más profunda, más generosa, más amplia y considerada hacia todo lo que existe fuera del efímero círculo de nuestro mundo egoísta.

Y como la imagen lo ilustra claramente, en nuestra etapa actual, en el lugar donde nos encontramos actualmente, es nuestro derecho y deber el seleccionar el lente que deseemos, y con él tendremos nuestra visión particular de la realidad.

Delante de nosotros tendremos una amplia gama, casi una inacabable variedad de opciones para escoger, y debemos ser lo suficientemente sabios para elegir el único lente que nos permitirá ver las cosas tal como son, sin audlteración de ningún tipo.

Pregúntate a ti mismo:

¿Qué tipo de realidad quieres ver? Y lo que es más importante, ¿Cómo llegar a tal visión?

No mediante un ajuste externo, superficial, forzado por nuestro condicionamiento, sino mediante una real transformación interna, producot de una experiencia superior que nos permita analizar y tener en cuenta factores hasta antes desconocidos, pero que ahora han aparecido frente a nosotros para mostrarnos un nuevo mundo, una nueva forma de encarar la vida, de encararnos a nosotros mismos y a todo y todos los que nos rodean, a cada instante.

Y como decíamos, este tipo de elección, este tipo de ajuste, no se detiene algún día. Es constante, permanentemente presente. Gracias a Dios que así lo es. Pues si no lo fuera de esta manera, fácilmente caeríamos en la mediocridad del olvido, en dejar a un lado la madurez y el crecimiento, y sólo optar por el barato perfume mundano que atrae sólo bajos instintos.

Así, el mismo ritmo de la creación se encuentra en constante movimiento, indicándonos con esto cuáñl debería ser nuestra actitud para estar a tono con semejante sinfonía, y así poder satisfacer la demanda de lo que se espera de nosotros en las regiones superiores, en nuestro verdadero hogar.

Vivamos para satisfacer las demandas de lo superior, y para hacer a un lado cada día un poco más toda demanda que reconozcamos como inferior. Y estos valores pueden ir mutando a medida que evolucionemos, así que nod etengamos nuestra búsqueda por la perfección, pese a que ésta última sea también relativa y siempre pueda perfeccionarse aún más, pero pese a todo esto, no podemos dejar de buscar esta irresistible sustancia llamada perfección, así que embarquémonos en tal travesía elijiendo la bnarca apropiada, marinos fieles que nos acompañen y sobre todo un buen capitán que conozca el recorrido de regreso a casa.

:)

10.8.11


¿Qué es (verdaderamente) una secta?



El día de la fecha deseamos compartir con ustedes algunas palabras sobre el concepto "secta".
Originalmente utilizado para indicar grupos filosóficos, religiosos o de diversas índoles que de alguna manera quizás se abren de sus ramas originales para establecer sus doctrinas particulares, en los tiempos actuales esta palabra ha adquirido un notorio significado en contextos negativos...

Cuando hoy en día una persona (en general) escucha la palabra "secta" de inmediato relaciona este término con muchos otros, algunos de los siguientes aquí enlistados:

- Lavado de cerebro
- Abuso
- Explotación
- No fomentar una capacidad de pensar por uno mismo
- Estrechez mental
- Aislamiento social & familiar
- Alienación
- Etcétera...

La lista podría continuar por un buen rato, pero prefiero detenerme aquí para analizar cómo muchos de los puntos aquí enlistados, generalmente forman parte de lo que no solemos ver como secta, y muchas veces, aquellos que para nuestros ojos son parte de una secta, en realidd están viviendo bajo ideales justamente no sectarios.

¿A qué me refiero con esto último? Pues muy simple...si nosotros vamos caminando por la calle y aparece por ejemplo una persona con ropas monásticas y con algún que otro símbolo propio de su cultura en particular que nos es ajeno, en general nuestra mente tiende a pensar: "Esto es algo diferente a lo "común", a lo "normal", y por lo tanto es extraño, raro y en conclusión, es algo malo". Y de allí a concluir que esa persona forma parte de una secta (por el solo hecho de que no sigue la moda o está vestido con una tela de un color y diseño diferente a la mía) es sólo un paso de distancia...

Entonces de esta forma podemos ver cómo en muchos casos, millones de personas se forman una idea de algo basándose exclusivamente en la apariencia externa de otra persona. Una actitud por demás sectaria...

Por otro lado, muchas de las así llamadas sectas, promueven y practican ideales que justamente son lo opuesto al sectarismo como se entiende hoy en día: se persiguen metas como el amor espiritual, la felicidad, la paz, la armonía entre todos los seres vivientes, y el cultivo de cualidades tales como la tolerancia, humildad paciencia, etc. que nos llevarán a alcanzar metas comunes a todos, en las cuales todos estaremos de acuerdo unánimemente que estamos en la búsqueda de ellas: de una satisfacción real y permanente, etc. Por lo tanto, este tipo de metas universales son justamente las que nos permitirán trascender el sectarismo que pueda haber dentro de nosotros.

Si analizamos en detale el modelo que la sociedad actual nos propone, veremos que se nos entrega una propuesta basada justamente en una actitud altamente sectaria, en donde se me invita a una vida de consumismo egoísta y desconsiderado (abuso, explotación), a aislarme de la naturaleza, de los demás y de mí mismo (o sea, a alienarme), a hacerme creer que soy independiente y que "puedo hacer lo que se me da la gana" cuando en realidad simplemente soy un títere en las manos de la TV, las publicidades y la psicología (lavado de cerebro, aislamiento social & familiar) utilizada de manera subliminal en los medios, los cuales me manipulan para mantenerme esclavizado a una vida de contante búsqueda insatisfactoria, por un placer que nunca terminaré encontrando en semejante forma de vida. (no fomentar una capacidad de pensar por uno mismo)

Y se me intenta insertar un chip tal, que cualquiera persona que no encaja con este modelo predeterminado y que promueve algún ideal peligrosamente diferente a lo establecido, es visto como una amenaza, alguien que atenta contra el bien común, y que por lo tanto de alguna u otra forma debe ser negligenciado, criticado y/o eliminado. (estrechez mental)

Así, podemos tomarnos un minuto y realmente pensar, y fácilmente nos daremos cuenta que quienes muchas veces señalan y critican a las "sectas" (la mayoría de los miembros de la sociedad moderna), son en verdad ellos mismos los miembros de la más peligrosa secta, aquella que promueve los valroes más cerrados y contraproducentes que podamos imaginarnos. Si aún quedan dudas, tan sólo juzga al árbol por sus frutos, y echa un vistazo al estado actual de las cosas en el mundo, y claramente se te revelarán todos estos puntos uno tras otro...

Con esto desde ya no quiero decir que no existen grupos religiosos, filosóficos, etc., que no promuevan valores sectarios, o quizás grupos que no promueven estos valores, pero cuyos inmaduro seguidores y practicantes sí asimilan las enseñanzas de estas doctrinas de manera sectaria, cerrada y poco generosa. Por lo tanto es más que importante buscar y encontrar a genuinos ejemplos no-sectarios de este tiop de procesos, pues sólo este tipo de almas sabrán iluminarnos sobre cómo actuar en esta vida, en este mundo, de forma no sectaria...

Y que alguien sea un genuino practicante no-sectario, no quiere decir que él/ella no ponga en práctica la disciplina, la humildad y no pueda ser obediente frente a alguna autoridad verdadera. No debemos confundir este tipo de actitudes normales y sanas, con algo dentro del terreno de lo sectario, y antes de permitirnos considerar a otros como tales, debemos hacer un profundo y esclarecedor análisis dentro de nosotros mismos, para ver qué porcentaje de sectarismo yace dentro de nosotros, el cual no nos permitirá desde ya apreciar apropiadamente a aquellas personas que realmente están dirigiendo sus vidas en base a ideales flexibles, amplios y verdaderamente no sectarios.

:)

30.7.11


La paradoja de la vida & la "pantalla grande"...



Inspirado por las palabras de un gran alma autorrealizada, me atrevo a compartir unas palabras en relación al concepto del cine y la presente condición del alma condicionada que busca evadir la realidad y reemplazarla por otra.

Hablando en términos generales y sabiendo que siempre suele existir una excepción a la regla predominante, el cine (y sus derivados a nivel pantalla) es utilizado de manera inconsciente por sus adeptos, como una forma muy simple de intentar crearnos, al menos por unas pocas horas, otra realidad en la cual podamos sumergirnos, identificarnos con ella y de esta forma no tener que prestar atención a la realidad que nos está esperando fuera del salón...

En realidad, si sentimos alguna atracción por salir correindo en la dirección de una pantalla grande (o semi-grande en el hogar, LCD y sus múltiples variantes), esto es todo un indicio de alerta, de que no estamos conformes con nuestra realidad actual, con la "película" que nos toca ver y no sólo ver, sino ser partípes a nivel protagónico en el día a día. Quizás preferimos la cómoda elección de una butaca sin compromisos, en donde el actor es el que es matado, es el que sufre, es el que arriesga, es el que hace todo aquello que yo quisera o tal vez debería hacer, pero por temor o quién sabe que otra razón profundamente arraigada, no logro reconocer esto en mí, y prefiero dedicarme a contemplar cómo otros "viven su vida" (aunque todos ellos siguen siendo personajes ficticios, ya sea dentro o fuera de la película), y de esta manera nadie llega a enfrentar sustancialmente el reto que a todos nos espera en esta vida: vivirla.

Ese es el desafío indiviual que a todos nos toca: vivr la vida, o sea, aprender a vivir la vida, y no aprender a matar la vida, a evadir la realidad, a evitar aceptar aquellos roles que les son intrínsecos a nuestra propia esencia, etc.

Debemos utilizar nuestro tiempo de forma tal, que lleguemos a ver y sentir cómo hay tantas cosas bellas por hacer y descubrir dentro de nosotros, que no existe real necesidad de ir a un cine y elegir momentáneamente olvidarnos de lo que somos y de lo que se espera de nosotros. Debemos coprometernos intensamente con nuestra real e íntima necesidad del corazón, la cual nunca podrá ser saciada ni en lo más mínimo por ir a un cine y tratar a la fuerza de abandonar nuestra existencia, sólo para luego ver cómo puedo seguir intentando negar mi mirada a mi verdadero interés, y así sucesivamente, lo cual equivale a lo opuesto de vivir la vida: más bien este tipo de accionar se asemeja a un suicidio de la conciencia por decirlo así, a un ininterrumpido esfuerzo por no escuchar la verdad y preferir poner nuestra vital atención y energía en cosas que sólo nos alejan más y más y más de lo que realmente somos, de lo que realmente necesitamos, de lo real en definitiva.

La pantalla grande sólo encontrará su justificación de ser, si a través de ellas nos encontramos con imágenes, palabras y personajes que lo único que hagan sea recordarnos en un tono de amorosa emergencia, cuál es el uso apropiado que podemos darle a nuestra existencia.
Cualquier otro propósito que podamos concebir para semejante establecimiento (cinema) simplemente nos hará perder expertamente nuestro tiempo, pensar que necesitamos entretenernos, cuando lo que en verdad necesitamos es poner fin de una vez por todas a todo el entretenimiento falsamente creado, a todas las distracciones establecidas dentro de nosotros, que no nos permiten siquiera por un instante mirar de frente y sin temor a la vida, la verdad y el amor verdaderos.


:)


19.7.11



Qué hacer con nuestro valioso tiempo...



Algo debemos hacer con nuestro tiempo, con nuestra vida.


Nuestro tiempo es nuestra vida. Perder el tiempo es perder la vida.


Y llegando a esta conclusión (de que el tiempo vale vida), naturalmente todos nos encontramos en una frenética búsqueda, itnentando descubrir cuál es la mejor forma de invertir este valioso capital, para de esta manera estar seguros de que no estamos echando nuestra existencia al desperdicio...


Y qué es lo mejor que podemos hacer con nuestra vida/tiempo?


Pues los expertos en el tema, los grandes "vividores", nos han indicado que una revolución es lo mejor que podemos hacernos a nosotros mismos, como a los demás.


Revolución, replantearnos la manera en que estamos evolucionando, o que creemos que estamos haciéndolo, y así incrementar el valor de nuestros esfuerzos, dirigiendolos a ellos en una dirección cada vez más afinada, más pulida.


Y esto necesariamente nos arrastra casi a la fuerza a la conclusión de que el fin último de toda revolución real, debe culminar en el amor.


No puede haber verdadera revolución sin amor.

En la medida que el verdadero amor esté presente como el objetivo último a alcanzar, en esa misma medida todo lo que yo piense, diga y haga podrá ser considerado realmente revolucionario.

Pues la única revolución necesaria debe ser generada en nuestro corazón (lugar donde esta sustancia llamada amor es manufacturada), y en ninguna otra parte.

Mientras sigamos utilizando nuestras vidas/tiempo intentando generar revoluciones aquí y allá, pero sin buscar el ingrediente amor como factor vital de las mismas, toda nuestra energía se verá mal utilizada y eso lo sentiremos con creces dentro de nosotros, como un síntoma que orre a auxiliarnos a través del aviso, diciéndonos que sólo podemos ser revolucionarios a través del amor.


Cuanto más acabado sea el concepto del amor dentro de nosotros, más efectiva nuestra revolución será. Más profundo será su impacto en toda la creación.


Y al hablar de generar una revolución basada en el amor, no me refiero a un concepto woodstocckiano en donde el amor está más que nada relacionado a una mal llamada libertad, en donde simplemente continuamos en términos generales persiguiendo nuestro placer de manera egoísta pero envuelto en un velo de aparente misticismo, sino que más bien hablo de un cambio radical en donde lo primero que haremos es replantearnos qué entendemos nosotros por estos dos términos: amor y revolución.


Muy probablemente, si realmente deseasmo hacer una revolución basada en el amor, primero tendremos que estar dispuestos a desechar una tras otra, todas las concepciones erradas que quizás por años y vidas emos estado incorporando, y tomando como verdaderas, hasta finalmente encontrarnos con el verdadero significado de "amor" y "revolución". En verdad, ambos son sinónimos en útima instancia, y debemos profundizar justamente hasta llegar a esta revelación: que la verdadera revolución debe estar badasa en el amor, y que el verdadero amor sólo surgirá luego de que dentro mío pase toda una revolución.


Todo esto implica una disposición total al cambio, la transformación, el comenzar de cero, el "morir para vivir" como Hegel sabiamente decía, sin albergar el más mínimo temor o dudas al respecto de tal salto al "vacío", que en verda de vacío no tiene nada, pues semejante salto lo único que hará es ustamente llenar todos los vacíos existenciales que hasta hoy asfixian mi respirar interno...



Intentar todo esto al máximo de sus posibilidades es realmente saber encontrarle el sentido a nuestra existencia.


:)

7.7.11


Way Seer Manifesto



26.6.11


Cómo es que la verdad aparece frente a nosotros


En nuestra vida, el elemento de la búsqueda (de "algo") siempre está presente como una constante casi absorbente que no deja de acompañarnos, de "perseguirnos" diría yo...

Y es absolutamente necesario el saber qué hacer con esta presencia interior que de alguna u otra forma exige poder expresarse de forma alguna, y en verdad, el propósito mismo de nuestra existencia yace detrás de este aspecto fundamental: el saber cómo dirigir nuestro sentido de la búsqueda en la dirección apropiada, sabiendo qué buscar, cómo y dónde hacerlo, para así poder llegar a un encuentro con el resultado de esa búsqueda. Un encuentro real y satisfactorio para todos por igual.

Ante todo, aquello que debemos buscar por encima de cualquier otra sustancia, es la verdad. Esto ha sido unánimente declarado y experimentado por las más variadas clases de seres, quienes en sus múltiples indagaciones y variados anhelos han sabido encontrarse juntos y ponerse de acuerdo con esta afirmación universal. La verdad se encuentra por encima de cualquier otro logro conseguible en esta y otras vidas.

¿Por qué? Porque justamente la verdad es aquello que puede ser unicamente cierto, en oposición a la hipocresía, la mentira, y demás representaciones desvirtuadas, cual sombra, de lo que la verdadera verdad (valga la redundancia) representa.

Y la verdad es aquella sustancia que siempre será verdad, no de manera relativa, siendo hoy verdad y mañana lo opuesto, sino con características absolutas, esto es, siendo ayer, hoy, mañana y siempre una misma cosa totalmente inalterable, incorruptible.

Así, teniendo una idea general para comenzar nuestra búsqueda, se nos recomienda estar libres de todo vestigio de ciertas cualidades, que en lugar de hacernos detectar la verdad y aceptarla como lo que es, mas bien nos harán ver la mentira como verdad, y viceversa. Estos básicamente son el orgullo, la envidia, la ira, y demás intoxicantes que lo único que generan es invertir la visión de las cosas, desdoblar los valores de la realidad, y nos convencen incluso en niveles donde no logramos aceptar manifestaciones altamanete obvias de la verdad, las cuales pueden aparecer frente a nuestros propios ojos en formas más que concretas.

Debemos cuidarnos de manera muy delicada también, de cómo estamos observando al entorno que nos rodea y con qué actitud estamos tomando lo que recibimos de ellos. Pues si deseamos ver ausencia de verdad en otros, primero debemos estar dispuestos a someternos a un exhaustivo y sincero análisis individual, en el cual investigaremos hasta qué punto eso que estamos observando en los demás, no es de hecho justamente aquello que se encuentra más presente dentro nuestro, y que expertamente estamos intentando evadir al proyectarlo a lo que nos rodea. Esta etapa de la búsqueda de la verdad es fundamental y no podemos permitirnos fallar en ella, pues sino todo el resto de la expedición será echada a la basura por decirlo así...

Por otro lado, existe el atroz peligro de situarnos en una posición de observadores y críticos (generalmente sintiendo que tenemos el derecho y el deber para ello, y recibiendo este sentimiento de parte de nuestra falta de humildad), y desde ese trono auto-erigido, comenzar a despotricar a troche y moche contra todo aquello que simplemente no se acomode a nuestros patrones de ver las cosas, o frente a todo aquello que represente un desafío para nuestro intelecto, o un desafío más bien en el sentido de que frente a esa situación o persona, debemos reconocer nuestra insignificancia o nuestra postura errada, sea cual fuere la misma.

Muchas veces tenemos la capacidad de desarrollar una increíble visión y lenguaje para hablar de los demás y todo lo que están haciendo mal, y logramos describir todo ello con exclusivo detalle y miles de terminologías para dejar bien en claro cuán equivocados están todos, pero a la hora de dirigir esa misma mirada hacia uno mismo, enmudecemos en el acto, y no tenemos la capacidad de siquiera ver el más mínimo error en nuestra persona, o si lo logramos ver, de inmediato tenemos a mano una lista diez veces más extensa para justificar que "de todas formas nosotros no estamos tan equivocados como los demás", y así continuar con el engaño de no querer cambiar. De no querer reconocer lo que no somos, para algún día descubrir quién verdaderamente somos.

Y por sobre todo y para cerrar estas palabras, siempre prestemos atención a nuestro propio standard, a nuestro propio ejemplo y comportamiento, y que nos quede cada día más en claro que si en algo estamos fallando, esa falla muy probablemente generará en nosotros una postura contradictoria, una visión parcializada de lo que queramos analizar, y por lo tanto no seremos dignos de confianza para nosotros mismos, al menos hasta que no hayamos ajustado tales detalles. Y tengamos la sumisión suficiente para reconocer y aceptar que necesitamos refugiarnos en aquellas almas que ya han ajustado esos detalles a la perfección, y por lo tanto se vuelven incluso para mí, más de confianza que lo que yo mismo pueda serlo en este momento.

Tomar esta postura no es auto-denigrarse ni fallar a la propia auto-estima, sino justamente proyectarnos a una meta superior y real, desarrollando actitudes y cambios tremendamente necesarios para todos.

La verdad tiene su precio, y a la hora del pago se verá quiénes son los candidatos verdaderos que están dispuestos a invertir en semejante sustancia.

El que tenga oídos para oir, que oiga.

:)