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Más allá de la acrobacia carnal que muchos supuestos artistas y “héroes” deportivos pueden exhibir a la hora de compartir su externa flexibilidad, el día de hoy nos intentamos referir a otro tipo de elasticidad, un movimiento interno que verdaderamente nos volverá héroes, que finalmente nos vinculará con lo artístico.
La flexibilidad en nuestro contemplar de la realidad, en nuestros movimientos cotidianos por esta existencia, será el síntoma de nuestra capacidad de armonización. En otras palabras, no podemos evadir el conflicto sin una capacidad de armonización, y no podemos desarrollar esta capacidad todo-abrazante sin abocarnos a un constante desarrollo de la cualidad de la flexibilidad.
Y para ser flexibles, debemos tomar varios apuntes, debemos tener en cuenta un ran sinfín de otras cualidades que vendrán a auxiliarnos en esta hercúlea tarea.
La humildad, el perdón, la tolerancia y la empatía son sólo algunos puntos dentro de esta infinita línea que en última instancia terminará depositando nuestro ser todo a los pies de la trascendencia.
Todas estas cualidades recién mencionadas, deben ser establecidas como ideales a vivir, como experiencias totales a traspasar nuestro corazón sin excepción alguna. De otra forma, sólo nos estaremos quedando con la forma externa de la cualidad, con el marketing de la realidad, sin haber podido adquirir el verdadero producto, la verdadera esencia.
Ser flexibles nos permitirá entender que las cosas pueden ser de más de una manera, que la realidad puede ser vivida y contemplada de formas diferentes a las que yo conozco, en otras palabras: que no todo existe o debe existir y ser apreciado en base a lo que mis lentes actuales están recibiendo.
Atmavan manyate jagat. Un famoso aforismo sánscrito que nos señala cómo la tendencia de lo condicionado es a pensar que todos los demás, que todo lo demás, piensa, siente y concibe la realidad exactamente en la misma forma en la que yo la estoy concibiendo en el momento presente. Más estoica, violenta y precaria no podría ser esta apreciación y manera de dirijirse a la vida.
Así, gran parte del propósito de nuestra existencia yace en flexibilizar nuestra conciencia, en destensionar nuestros prejuicios y quitar el óxido de nuestro criterio cotidiano, para asi gradual y finalmente lograr despertar a una realidad sin hipocresía, sin conflicto de tipo alguno, y poer movernos libremente en ella, con la flexibilidad que de seguro se nos requerirá para semejante plataforma.